Responsabilidades
COSAS DE LA CEGUERA
Cada ser humano afectado en alguno de sus cinco sentidos requiere del auxilio de todos. Perder el gusto, el tacto, el olfato, o el oído, debe ser delicado, pero tengo, para mí, que perder el sentido de la vista resulta grave.
Empero, gravísimo es perder el sentido de la responsabilidad en el caso de las autoridades, más en aquellas que, teniendo a su cargo las más significadas atribuciones, no atienden puntualmente el cumplimiento de los deberes que las leyes les imponen.
A este respecto, una mayoría de 25 diputados del Congreso del Estado de Michoacán de Ocampo, de origen partidista diverso, se han dirigido a la opinión pública para expresar ante ella una preocupación: “varias dependencias del Poder Ejecutivo Estatal… por negligencia y falta de atención y operación… han provocado que cada vez, con más frecuencia, se presenten ante el Congreso ciudadanos organizados a exigir soluciones… que competen al Poder Ejecutivo Estatal”.
Y comúnmente, externan los legisladores en su escrito, ellos los atienden, y en la mayoría de las veces los reencausan a las dependencias que corresponden, pero ahora, un grupo de invidentes tomó desde hace más de una semana el Palacio Legislativo por no ser atendido en dependencias de Ejecutivo Estatal, y eso los orilla a solicitarle al gobernador Leonel Godoy Rangel que “procure e instruya a su gabinete para que genere condiciones que ayuden a la solución de los problemas… se aplique a fondo en su trabajo, abriendo sus puertas para atender a los ciudadanos michoacanos sin distinción, a buscar soluciones a las demandas sociales en apego a la Ley, a la disponibilidad presupuestal, y a las condiciones reales de cada asunto planteado”.
Pero obsérvese que eso se lo dicen, al titular del Ejecutivo, a través de la “OPINIÓN PÚBLICA” y de un desplegado, lo que significa que ni siquiera ellos, la mayoría de los integrantes de la Legislatura tiene acceso al señor gobernador, menos aún los invidentes que en forma ilegal se han manifestando tomando el inmueble del Congreso. Y es cuando la gente se pregunta qué tipo de ceguera resulta más perjudicial para los michoacanos.
La ceguera de un gobernador que no ve que sus colaboradores le fallan con la frecuencia de un día sí, y otro también, o un grupo de invidentes que piden auxilio, y que quién sabe si tenga razón en lo que pide, pero lo cierto es que sus integrantes son titulares del derecho de petición que confiere el artículo 8º de nuestra Carta Magna, y el Ejecutivo Estatal está obligado en responderle conforme a derecho.
Qué resulta peor, la ceguera de un Ejecutivo Estatal que no presta desde hace más de una semana el auxilio de la fuerza pública para salvaguardar la inviolabilidad del recinto legislativo, o la invidencia de personas que se han constituido en grupo para ejercer un derecho, aunque lo estén desplegando ilegalmente.
En estas cosas de la ceguera cada quien debe tomar su propia responsabilidad, hasta algún vividor, si lo hay, que quiera aprovechar para sí la situación lamentable de los sin vista.
