miércoles, 24 de marzo de 2010

PARA JODER AL CONTRIBUYENTE

Reforma Hacendaria
PARA JODER AL CONTRIBUYENTE

Estimulados por la cercanía de las vacaciones correspondientes a la Semana Santa, tanto los gobernadores del país como los tesoreros y/o secretarios de finanzas de las entidades federativas vinieron a Morelia a turistear nacionalmente.
Su visita algo deja, cuando menos un mal recuerdo, y acaso un poco de derrama económica.
El pueblo observó que los gobernadores no saben viajar si no llevan al secretario de finanzas al lado, para que éste actúe como un simple pagador de sus gastos.
También vio con asombro que casi cada gobernador trajo su avión, y además su helicóptero. Por los cielos de Morelia surcaban estas naves, para trasladar a tan respetables visitantes. El jet los dejaba en el aeropuerto, el helicóptero en la mismísima ciudad.
Miró la población, a la vez, el miedo que tienen los señores gobernadores, quienes reflejan el pavor que sufre el gobierno mexicano actual. No sólo traían cada uno de ellos sus propias escoltas, empistoladas y mal encachadas, sino que por donde pasaban había exceso de policías fuertemente armados, y unidades del ejército con comandos pertrechados de armas de alto poder.
Morelia lució como una ciudad sitiada, igual a como se percibe cuando nos honra con su presencia el Presidente Felipe Calderón Hinojosa. Como si estuviésemos en guerra, tipo Irak o Afganistán, claro, con nuestros propios escenarios geográficos, humanos y arquitectónicos.
Desde luego, alguien costeó las millonadas de pesos que se gastaron: en transportes, alimentos, hospedajes, y todos los etcéteras que estos viajes conllevan. Todo ese dineral lo pagaron los contribuyentes de México, incluyendo a los de Michoacán.
Y todo para que los asistentes se echen discursos los unos a los otros. ¡Y siquiera fuera retórica de calidad!, pero la mediocridad se nota desde el lenguaje.
Estando tan avanzado el internet, la cibernética, la electrónica, los planos inclinados, la virtual comunicación a distancia, sin moverse de sus despachos, los 31 gobernadores y el jefe de gobierno del Distrito Federal, conectado también el Presidente de la República, el secretario de Gobernación, o cualquier otro funcionario federal, estatal y/o municipal, podrían verse entre todos en pantalla, hablarse, cambiar impresiones, contarse sus experiencias, darse consejos, formular sus propuestas, y hasta platicarse chismes y chistes, brindar a lo lejos con tequila y, así, al pueblo de México le saldría más barato.
Porque el turismo político es muy caro y, por lo general, salvo excepciones, únicamente produce basura. Miren con qué procacidad e imprudencia hablaron de la reforma hacendaria. Todo a favor del gobierno recaudador, nada en beneficio del contribuyente. ¡Qué desvergüenza!
Así se expresó el gobernador Leonel Godoy Rangel: “Creo que los esfuerzos que se hacen en el país por mejorar la recaudación todavía son insuficientes”, cuando primero debe señalarse que lo recaudado se gasta en congresos de CONAGO y de secretarios de Finanzas, en idas y vueltas de los helicópteros para llevar a la señora al mandado y a los hijos a los colegios, en construir residencias particulares, en derrochar para pagar la publicidad de la imagen personal, en ayudar a los favoritos, y una enorme gastadera indebida.
Una verdadera reforma hacendaria debe comenzar auxiliando a los contribuyentes, otorgándoles oportunas y eficaces prestaciones de servicios públicos, y no para simplemente quitarles más, joderlos más.
Que los cuerpos policíacos sean 2 ó 3, ó 32 ó 1 no tiene la menor importancia, lo trascendente es que los policías sean honestos y capaces. ¡Tanto gastar para nada!