Desigualdades
excesivas
ENGRANAJES DE
NUESTRO SISTEMA
En el Foro Comercio e Inversiones
Chile-México, el Presidente Enrique Peña Nieto manifestó que: "Hemos hecho
reformas que son el mejor blindaje para sortear escenarios adversos como los
que el mundo nos está presentando".
Y un día antes de ese discurso se
publicitó que, conforme al artículo 63 de la Ley de Ingresos sobre
Hidrocarburos, (aunque en dicha ley es el 62) "los secretarios de Hacienda
y Energía, el gobernador del Banco de México, y otros funcionarios más,
contarán con seguros, fianzas o cauciones, que cubran el monto de la
indemnización por daños que cause su actuación en ejercicio de sus atribuciones".
En otras palabras y como reza dicha
nota, "Blindará el gobierno con seguros y fianzas a altos funcionarios de
los sectores energético y hacendario, por los daños que cause su actuación en
el ejercicio de sus atribuciones", excepción de cuando haya dolo, mala fe
o ilícitos.
Corremos riesgo de que con el erario se
blinde a todo funcionario.
Pero, si de "blindar" se
trata, si en el fondo el propósito es proteger al máximo a la mayoría de los
mexicanos con reformas que nos cubran de los escenarios adversos venideros, y
al revestir de seguridades a los funcionarios públicos ya citados, por qué no
explicar de manera sencilla y breve, para que el común de la gente lo
entendamos, ¿cómo a través de esos blindajes se está protegiendo a los 120 millones
de connacionales?
Porque lo que estamos viviendo como
resultados inmediatos, de dichas reformas, es el aumento de las desigualdades
excesivas.
Ahora, en nuestra economía, los ricos
son más ricos, y los pobres son más pobres.
En nuestro sistema educativo tenemos más
académicos con maestrías y doctorados, pero mayor analfabetismo y deserción en
el grado de primaria.
El poder político se concentra en pocos,
mientras la mayoría es un objeto político al que se le cachondea retóricamente
en sólo descargo de una deuda atrasada.
Agregando a lo anterior, la falta de
respeto al decoro nacional, por haber diseñado nuestra reforma energética el
Departamento de Estado de los EU, según los documentos públicos dados a conocer
por el gobierno de ese país; claro, con el auxilio de empresas transnacionales
interesadas en el petróleo.
No desconocemos ni desoímos lo declarado
de inmediato por nuestros funcionarios federales, desmintiendo los documentos
gringos dados a conocer al respecto; empero, el pueblo de México ya no les
cree.
Y es que lo malo no sólo está en los
grupos y las personas que gobiernan, en unos más y en otros menos, sino que se
encuentra en el engranaje de nuestro sistema.
La forma de organización, el medio
ambiente socioeconómico, el modo en que producimos, distribuimos y consumimos,
ha generado contradicciones y desigualdades extremas, en una dialéctica
retroalimentación con los pocos beneficiados, y la mayoría victimada.
La mentira y corrupción made in México
es nuestro primer lastre a desechar. Debe ser nuestra primera reforma, en
serio, en serie.