miércoles, 19 de agosto de 2015

En esto, ver aquello
ENTRAÑAS DEL ARTE
        Octavio Paz escribió una expresión de profundo concepto, "La operación poética: en esto ver aquello."
        Explícitamente nos habla del trabajo de un importante sector literario; sin embargo, bien podríamos aplicar la frase a todo lo que corresponde a las entrañas del arte.
        En la pintura, escultura, grabado, arquitectura, teatro, danza, música, cinematografía, literatura, y en las demás manifestaciones estéticas, el mecanismo central es: "en esto ver aquello".
        Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) en el techo de la Capilla Sixtina imaginando la creación, "como esto", vio y pintó a Dios y a Adán con sus dedos índices cercanos, como "aquello" visto en eso.
        Le Corbusier (1887-1965) en la Capilla de Notre Dame Du Haut en Ronchamp, pensando en una cueva sin montaña "como esto", construyó, como "aquello", una escultura moderna que funciona como templo.
        Gabriel García Márquez (1927-2014) en su libro Cien años de soledad, a partir del árbol genealógico de la familia Buendía, observa aquella pareja del simple mecánico Mauricio y su Meme que se sexualizan desaforadamente, "como esto", y en esto sabe ver aquello: maravilloso realismo mágico que llena el cielo de Macondo con infinito número de mariposas amarillas.
        Y en la música, lo mismo. Olga Guillot (1922-2010) interpretando En nosotros de Papo Valle con su Trío Borinquen, para partir de una ordinaria separación, como "esto", llega a lo sublime, como "aquello": "Cuando te vayas de mí, muy quedo..."
        O en el magistral poema de San Juan de la Cruz, (1542-1591) mirar la común entrega total como "en esto", traduciéndolo a aquello: "Quedéme y olvidéme, el rostro recline sobre lo amado, cesó todo y dejéme, quedando mi cuidado, sobre las azucenas olvidado."
        Podría seguir ejemplificando, pero lo dejo aquí. En el entendido de que toda creación es un soplo de luz que nos hace en esto, ver aquello.
        Ahora debo agradecer a Rafael Tovar y de Teresa, entre otras cosas, el gratificante libro que sobre Octavio Paz y el arte editara CONACULTA.
        En la presentación que hace de la obra reconoce que "El interés de Octavio Paz por el mundo del arte fue tan vasto, tan abarcador, que si sólo leyésemos la parte de su obra dedicada a ese tema tendríamos un panorama lo suficientemente completo como para vislumbrar el desarrollo de las principales expresiones artísticas de todos los tiempos."
        Y tan es verdad lo anterior, que Paz, sin haberse dedicado a ser crítico profesional del arte, cubrió con su mirada y en su horizonte todo lo que encubre la cultura.
        En el libro que menciono vienen con magnificencia reproducidas más de cien obras de arte a las que Octavio Paz les dedicó alguna reflexión.
        Esas producciones artísticas son de suyo una traducción de "en esto, ver aquello"; pero, además, los talentosos juicios de Paz toman la creación estética como su "esto", para encontrarle otro "aquello", engendrando una especie de carambola de tres bandas en el encantador universo del arte.