En esto, ver aquello
ENTRAÑAS DEL ARTE
Octavio Paz escribió una expresión de
profundo concepto, "La operación poética: en esto ver aquello."
Explícitamente nos habla del trabajo de
un importante sector literario; sin embargo, bien podríamos aplicar la frase a
todo lo que corresponde a las entrañas del arte.
En la pintura, escultura, grabado,
arquitectura, teatro, danza, música, cinematografía, literatura, y en las demás
manifestaciones estéticas, el mecanismo central es: "en esto ver
aquello".
Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564) en
el techo de la Capilla Sixtina imaginando la creación, "como esto",
vio y pintó a Dios y a Adán con sus dedos índices cercanos, como
"aquello" visto en eso.
Le Corbusier (1887-1965) en la Capilla
de Notre Dame Du Haut en Ronchamp, pensando en una cueva sin montaña "como
esto", construyó, como "aquello", una escultura moderna que
funciona como templo.
Gabriel García Márquez (1927-2014) en su
libro Cien años de soledad, a partir del árbol genealógico de la familia
Buendía, observa aquella pareja del simple mecánico Mauricio y su Meme que se
sexualizan desaforadamente, "como esto", y en esto sabe ver aquello:
maravilloso realismo mágico que llena el cielo de Macondo con infinito número
de mariposas amarillas.
Y en la música, lo mismo. Olga Guillot
(1922-2010) interpretando En nosotros de Papo Valle con su Trío Borinquen, para
partir de una ordinaria separación, como "esto", llega a lo sublime,
como "aquello": "Cuando te vayas de mí, muy quedo..."
O en el magistral poema de San Juan de
la Cruz, (1542-1591) mirar la común entrega total como "en esto",
traduciéndolo a aquello: "Quedéme y olvidéme, el rostro recline sobre lo
amado, cesó todo y dejéme, quedando mi cuidado, sobre las azucenas
olvidado."
Podría seguir ejemplificando, pero lo
dejo aquí. En el entendido de que toda creación es un soplo de luz que nos hace
en esto, ver aquello.
Ahora debo agradecer a Rafael Tovar y de
Teresa, entre otras cosas, el gratificante libro que sobre Octavio Paz y el
arte editara CONACULTA.
En la presentación que hace de la obra
reconoce que "El interés de Octavio Paz por el mundo del arte fue tan
vasto, tan abarcador, que si sólo leyésemos la parte de su obra dedicada a ese
tema tendríamos un panorama lo suficientemente completo como para vislumbrar el
desarrollo de las principales expresiones artísticas de todos los
tiempos."
Y tan es verdad lo anterior, que Paz,
sin haberse dedicado a ser crítico profesional del arte, cubrió con su mirada y
en su horizonte todo lo que encubre la cultura.
En el libro que menciono vienen con
magnificencia reproducidas más de cien obras de arte a las que Octavio Paz les
dedicó alguna reflexión.
Esas producciones artísticas son de suyo
una traducción de "en esto, ver aquello"; pero, además, los
talentosos juicios de Paz toman la creación estética como su "esto",
para encontrarle otro "aquello", engendrando una especie de carambola
de tres bandas en el encantador universo del arte.