Libro en imprenta
TESOROS VIVOS DE
MICHOACÁN
Un gobierno que a través de sus normas
jurídicas exclusivamente castiga a la población, y a los individuos que la
integran, es seguro represor.
Es cierto que el derecho tiene siempre
un elemento de coercitividad; empero, contiene también sistemas de premios y
reconocimientos dedicados al grupo humano y/o a las personas físicas.
Un libro que se editará muy pronto bajo
el título de TESOROS VIVOS DE MICHOACÁN,
y que tú podrás tenerlo en tus manos y ante tu vista, gentil lector, cumple la
finalidad de estimular a nuestra sociedad a través de sus seres humanos más
destacados en diferentes actividades artístico culturales.
Honrar honra, y enaltecer a los mejores
es ir creando arquetipos que enseñen cosas buenas con sus actos cotidianos, sus
pensamientos y sus expresiones.
Desde el inicio de mi vida estudiantil
en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo sostuve que el ser
humano es, por naturaleza, un ser social e individual al mismo tiempo, como
parte de una realidad dialéctica.
Esa idea la sigo sosteniendo, salvo que
ahora la he desarrollado, precisándola, y poniéndola a prueba en cada nuevo
escenario de mi vida.
Así que la conclusión prosigue: la
sociedad y la individualidad son inseparables en la vida humana, desde su
origen hasta su final, sea cual haya sido aquél de manera concreta, y sea cual
vaya a ser éste de manera precisa.
Así que en ese libro, de título
sugestivo, registramos y distinguimos editorialmente, con sentido de dignidad y
decoro, a 50 personajes vivos del Michoacán actual, mostrando que en nuestra
entidad federativa existe una altura de miras que nos conduce a significar lo
mejor de nosotros mismos, con espléndida generosidad.
Es tan rico Michoacán en valores
humanos, que ya desde ahora podríamos editar varios tomos de esta obra con
gente que vive y trabaja de forma honrada y virtuosa.
En cada uno de los 113 municipios de
Michoacán habitan, y viven, seres humanos que bailan, cantan, escriben,
declaman, pintan, esculpen, graban, edifican, diseñan, tocan instrumentos
musicales, fotografían, filman, cocinan, producen artesanías, o crean arte y
cultura de diversas maneras. Muchos logran elevados perfiles estéticos en su
creación.
Si tuviésemos los recursos económicos y
el tiempo suficiente haríamos varios tomos del libro.
No pondré, aquí, los nombres de las
personas homenajeadas, ni de quienes amablemente bien escriben sobre ellas, pues
será una sorpresa, y habrá en el libro un índice que los invoca; sin embargo,
al agradecer a los autores de los ensayos, deseo también reconocer la labor de
todos mis compañeros de trabajo en la Secretaría de Cultura del Gobierno del
Estado de Michoacán de Ocampo (2012-2015), en la persona de Argelia Martínez
Gutiérrez, quien como directora de vinculación ha tenido a su cargo, con su
equipo, la edición de esta obra.
Sé que el texto íntegro de este libro
resistirá muchas relecturas, y se sujetará, airoso, a muchas pruebas. ¡Seguro
estoy de la excelsitud de todos!