martes, 19 de mayo de 2015

Sistema de partidos políticos
PARADIGMA DE LO NO CONFIABLE
        El sistema de partidos políticos en México no vive sus mejores momentos. Su desgaste es tremendo, y las consecuencias de estos daños se suman a la lista de males que aquejan al país.
        La mayoría de la población los juzga como instrumentos inútiles, carísimos, no confiables, perversos, manejados o por un líder mesiánico, o por una dupla gandaya, o por una pandilla, o por una familia inmoral, o por un gobierno, o por bucaneros que obtuvieron la patente, pero eso sí, todos los partidos están alejados de la función político jurídica que les es propia.
        Alfredo Ríos Camarena, amigo y compañero periodista en la Revista Siempre!, observa que las cúpulas de los partidos han cerrado el acceso de sus candidaturas a la ciudadanía en general, y a sus propios militantes, convirtiendo a esas candidaturas en su propio botín; y, por ello, "al parecer la dicotomía del futuro inmediato es partidos políticos vs. candidaturas ciudadanas".
        Uno de los ejemplos de esta confronta es el sonado caso del candidato independiente a la gubernatura del Estado de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, apodado "el bronco", y quien, al parecer hasta el momento, puntea en las preferencias de la ciudadanía de aquella entidad federativa, preocupando a sus competidores y a los partidos políticos, pero también, si es una persona con un mínimo de responsabilidad, preocupándose él mismo ante las posibilidades y consecuencias de su posible triunfo.
        No desconozco que desde hace muchos años los superficiales juguetones del lenguaje suelen responder con la trillada expresión: "yo no me preocupo, me ocupo"; empero, lo que se le viene encima a ese candidato independiente no se resuelve con divertimientos lingüísticos, sino con una gran capacidad de organización y seguro sentido del rumbo que debe tomar esa administración pública estatal.
        Jaime Rodríguez tiene una personalidad controvertida. Al mismo tiempo que le gusta publicitarse como gente de a caballo, dragonea como un habilidoso utilizador de los medios masivos de tipo cibernético y electrónico. Tiene 57 años, con actitudes de un hombre de 20 años menos. Los electores, ante el bronco, están en su contra o a su favor, pero no da lugar a términos medios. El ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, iniciando el ataque, lo juzgó como más peligroso que Hugo Chávez, y Jaime de inmediato le salió al paso para, con lapidarias palabras, asegurar que Felipe ofende según su grado de embriaguez.
        Ante algunas preguntas que le han formulado, Jaime Rodríguez ha dado respuestas serias. Lo obvio es que se enganchara al ritmo de los punteros, en esa campaña electoral, y la realidad es que desde el principio él les viene marcando el paso a todos los contendientes.
        Asegura tener respeto por las instituciones, pero su conducta va en contra de todo el sistema. Desea hacer de la política algo correcto, y él a sí mismo se califica como "un político incorrecto".
        ¡Pronto la realidad se hará presente!