jueves, 14 de mayo de 2015

Aníbal Ponce
VOZ QUE ENOBLECE EL ALMA
        Aníbal Norberto Ponce (1898-1938) nació en Buenos Aires, Argentina, y murió en la Ciudad de México, días después de ser víctima de un accidente carretero, cuando se construía la conexión Morelia-México por Mil Cumbres.
        De padre abogado y madre maestra, quedó huérfano desde su adolescencia, destacándose a temprana edad como buen estudiante, receptor de premios.
        Truncó su carrera de médico por conflicto con uno de sus maestros; decidiéndose por la psicología. Su formación académica inicial fue por la vía del positivismo. Coeditó con José Ingenieros la Revista de Filosofía; empero, advino al marxismo con una profunda intensidad honesta que le hizo perder sus cátedras, y toda posibilidad de trabajo en su país de origen.
        Empujado al exilio llegó a México con un riquísimo bagaje intelectual: sociólogo, historiador, economista, pedagogo, psicólogo, escritor, orador, filósofo, político, y un activo luchador a favor de la clase proletaria. Con todas estas características era lógico que el gobierno militar argentino encabezado por Agustín Pedro Justo, en 1937, lo persiguiera encarnizadamente.
        Aníbal Ponce llegó con sus 39 años de edad, ya habiendo escrito sus mejores libros, a un México exaltado por una revolución institucionalizada, pero con problemas económicos que marcaban en demasía al sector educativo.
        Fue bienvenido por el mundo intelectual mexicano de aquel entonces, dándole espacios en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, en la Escuela de Economía y en la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM, y en la Universidad Obrera; sin embargo, los ingresos que percibía eran de bajo monto.
        Al respecto, Ponce escribía a su hermano Lidoro: "Es una lástima que la retribución a los profesores sea aquí vergonzosamente ridícula. Al punto tal que a pesar de mis cuatro cátedras ganó menos que un vigilante en Buenos Aires."
        El Rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Salvador Franco López, con el auxilio del gobierno federal y después de recibir a Aníbal Ponce como conferencista en 1937, lo invita a integrarse al personal académico de nuestra universidad, aceptando el maestro argentino, quien de inmediato escribe a su hermana Clara: "El Ministerio de Educación me ha dado una comisión en Morelia bastantemente bien pagada. Hay allí una universidad importante, pero desorganizada. Yo debo de ir a orientar los Estudios. La cosa es seria y significa que debo, además, enseñar Historia de la Filosofía, Ética y Sociología. El ambiente es excelente y la tarea me seduce."
        Cinco meses después de escribir esa misiva, Aníbal Ponce muere al ir a la Habana, vía Ciudad de México. Ernesto Che Guevara, en su mochila, solía llevar textos de ese extraordinario maestro. La Casa de las Américas, dirigida por Haydée Santamaría, publicó en 1975 las obras completas de este gran educador marxista.
        Este Día del Maestro deseo recordar a Aníbal Ponce, quien nos legó sus precisos, claros, y atractivos textos: "Educación y lucha de clases", "Humanismo burgués y humanismo proletario", y "El viento en el mundo".