martes, 5 de mayo de 2015

Imagen del fachadismo
TENTACIONES DE LA IMPOTENCIA
        La imagen de México importa mucho, su fachada también; lo superficial, lo epidérmico, son aspectos que debemos cuidar. ¡No hay duda en ello!
        Sin embargo, lo fundamental es lo sustantivo, lo profundo, lo que encubre la piel, el México de fondo, la estructura de organización socioeconómica en la que vivimos o sobrevivimos aproximadamente 120 millones de mexicanos. Ésta es una realidad esencial que motiva su propia exterioridad.
        Ojalá que a partir de esa verdad hayan sido desplantados los cambios que por decreto presidencial se han efectuado al crear la Coordinación de Marca País y Medios Internacionales.
        Si así no fuese, otra vez algunos colaboradores del Presidente Enrique Peña Nieto lo estarían orillando al error, en perjuicio de todos los gobernados.
        Entendamos: por simple decreto presidencial no es factible mejorar la percepción internacional, ni la interna, de México.
        Es claro: para que los extranjeros tengan buena percepción de nuestro país resulta indispensable que, primero, los mexicanos poseamos una excelente opinión de nosotros mismos.
        Observemos: para mejorar la percepción que de México se tiene es requisito sine qua non que, antes, mejoremos en todo a la nación entera, es decir, a todos y cada uno de sus habitantes, y al ámbito territorial en que nos sustentamos.
        Advirtamos: una fachada atractiva que no corresponda a su estructura de fondo es una mentira, una falsedad, un fachadismo que nos debilita y nos empequeñece.
        Ahora que si sólo se trata de fusionar dependencias para hacerlas menos costosas y más eficaces, está bien, pero hay que expresarlo con precisión para no confundir a nadie.
        Señalar que se va a "fortalecer la imagen y precepción de México en el extranjero" es algo alarmante, ya que esa "imagen y percepción" no es nada buena, y siendo así, ¿para qué fortalecerla?
        Desaparecer unas dependencias e instituir otras nada garantiza. Ojalá las personas que han sido designadas en los nuevos cargos realicen bien su labor, por bien de todos, pero lo que los mexicanos requerimos es una superior forma de organización socioeconómica, y esto está fuera de las atribuciones y alcances de la tan cacareada Coordinación de Marca País y Medios Internacionales.
        Perciba Usted,  amigo lector, todos los acontecimientos violentos y constantes que por todo el territorio nacional han venido desajustando la paz y el orden en nuestro país, y comprenderá que en un porcentaje elevado la causa es el problema económico.
        Los recientes y atroces hechos ocurridos en Jalisco, como los del resto de nuestras entidades federativas, tienen como principal raíz la del hambre, el dinero, el poder financiero, pegando con dureza en los demás fenómenos sociales.
        Esa ofensiva del crimen organizado y el narcotráfico dejó 15 muertos y decenas de heridos, paralizando y sacudiendo al occidente de México; al parecer, en respuesta a un operativo de las fuerzas armadas.
        Pero no es problema únicamente de seguridad ni político ni educativo ni laboral; se trata de las entrañas económicas.