Desde hace poco más de un lustro México
vive el tiempo de los bicentenarios, con todo lo que esto implica.
2008 fue el bicentenario de las juntas
del Ayuntamiento de la Ciudad de México, en donde destacaron Francisco Primo de
Verdad y Melchor de Talamantes.
La conspiración de Valladolid tuvo su
bicentenario en el 2009, recordando a Mariano Michelena y a José María García
Obeso, entre otros.
El 2010 fue el bicentenario del inicio
de la Independencia de México, encabezada por Miguel Hidalgo e Ignacio Allende.
En 2011 advino el bicentenario de la
Suprema Junta Nacional Americana instaurada en Zitácuaro, con los Elementos
constitucionales, obra normativa formulada básicamente por el abogado Ignacio
López Rayón.
La Constitución de Cádiz, que siendo
obra de insurgentes de España y sus colonias fue clave para muchos hechos
históricos acaecidos en la Nueva España, tuvo su bicentenario en el 2012.
Y en el 2013 que transcurre se cumple el
bicentenario de los Sentimiento de la Nación, presentados por José María
Morelos el 14 de septiembre del 1813 ante el Congreso de Anáhuac reunido en
Chilpancingo.
En la misiva que firmó Miguel Hidalgo y
Costilla desde el "Cuartel General de la ciudad de Celaya, a 21 de
Septiembre de 1810", dirigida al "Señor Intendente de la Provincia de
Guanajuato, Don Juan Antonio de Riaño", detectamos, como ya lo he escrito,
el uso de dos conceptos: el primero, "sentimientos"; y, el segundo,
"Nación".
Los transcribiré dentro de su contexto
epistolar: "Me encuentro actualmente rodeado de más de cuatro mil hombres
que me han proclamado su Capitán General... No hay remedio señor Intendente, el
movimiento actual es grande y mucho más cundo se trata de recobrar derechos
santos, concedidos por Dios a los mexicanos, y usurpados por unos
conquistadores crueles, bastardos e injustos que, auxiliados de la ignorancia
de los naturales y acumulando pretextos santos y venerables, pasaron por
usurparles sus costumbres y propiedades, y vilmente de hombres libres
convertirlos a la degradante condición de esclavos. El paso lo tendrá V.S. por
inmaduro y aislado; pero esto es un error; verdad es que ha sido antes del
tiempo prefijado, pero esto no quita que mucha parte de la Nación no abrigue
los mismos sentimientos".
La segunda oleada de esa insurgencia la
encabezó José María Morelos y Pavón, quien desde su sensibilidad amplia y su
eficaz talento supo interpretar esos "Sentimientos de la Nación",
dándoles la estructura en contenido y forma con la que fueron presentados.
A 200 años de esos Sentimientos de la
Nación retomemos los sentimientos vigentes y aplicables, pero sin dejar de
preguntarnos para obtener la respuesta necesaria: ¿qué sentimientos tiene la
Nación en este 2013 frente a tantos graves problemas y tantas débiles reformas?
Pronto tendremos más bicentenarios. El
de la Constitución de Apatzingán en el 2014, y en 2015 el del Primer Supremo Tribunal
en Ario. ¿Qué problemas viviremos?, y ¿cuántas reformas darán frutos positivos?