martes, 10 de septiembre de 2013

Sentimientos de la Nación LA FUERZA DE LOS BICENTENARIOS

        Recordemos la misiva que firmó Miguel Hidalgo y Costilla desde el "Cuartel General de la ciudad de Celaya, a 21 de Septiembre de 1810", dirigida al "Señor Intendente de la Provincia de Guanajuato, Don Juan Antonio de Riaño", detectaremos el uso de dos conceptos: el primero, "sentimientos"; y, el segundo, "Nación".
        Los transcribiré dentro de su contexto epistolar: "Ya sabe usted el movimiento que ha tenido lugar en el pueblo de Dolores la noche del 15 del presente. Su principio ejecutado con el número insignificante de quince hombres, ha aumentado prodigiosamente en tan pocos días. Me encuentro actualmente rodeado de más de cuatro mil hombres que me han proclamado su Capitán General... No hay remedio señor Intendente, el movimiento actual es grande y mucho más cundo se trata de recobrar derechos santos, concedidos por Dios a los mexicanos, y usurpados por unos conquistadores crueles, bastardos e injustos que, auxiliados de la ignorancia de los naturales y acumulando pretextos santos y venerables, pasaron por usurparles sus costumbres y propiedades, y vilmente de hombres libres convertirlos a la degradante condición de esclavos. El paso lo tendrá V.S. por inmaduro y aislado; pero esto es un error; verdad es que ha sido antes del tiempo prefijado, pero esto no quita que mucha parte de la Nación no abrigue los mismos sentimientos".
        Así, desde la primera oleada de este movimiento insurgente se hizo referencia a los sentimientos de la Nación.
        Claro que el Intendente Riaño fue sordo y mudo frente a la carta de Hidalgo, y ante esos sentimientos de la Nación invocados por el suscriptor sublevado.
        La segunda oleada de esa insurgencia la encabezó José María Morelos y Pavón, quien desde su sensibilidad amplia y su eficaz talento supo interpretar esos "Sentimientos de la Nación", dándoles la estructura en contenido y forma con la que fueron presentados ante el Congreso de Anáhuac, en Chilpancingo, el 14 de septiembre del 1813.
        En inicio, el "sentimiento" es la acción de sentir; pero también es un estado afectivo; pudiéndose entender como la parte cordial del humano que suele oponerse a la razón; puede ser por igual el dolor tenido por algún hecho, o por no suceder éste cuando es deseado; y otra significación de esta palabra es su equivalencia como amor, y en su caso desamor.
        Empero, los "sentimientos", así en plural y referidos a la Nación, conjugan todos los conceptos anteriores, constituyendo un fundamento que da base para pensar, decir, y hacer.
        Obvio que los sentimientos de los seres humanos, como los de la Nación, pueden sentirse o presentarse en cualquier instante, antes o después de la reflexión, de la expresión, o de la acción; sin embargo, en el caso de los Sentimientos de la Nación se observan como un preludio, una materia prima, o una luz orientadora, para estimular la inicial actividad de una Nación recién concebida.
        Hoy, para resolver problemas, debemos utilizar la fuerza de los bicentenarios.