martes, 9 de abril de 2013

Tierra de Volcanes SEMBRADORES DE LA VIOLENCIA

        Un buen número de peligros nos asechan. Toda nuestra capacidad debe estar en alerta. La unidad solidaria será el inicio de una solución.
        El Popocatépetl se encuentra intimidando con sus fumarolas apremiantes a más del 25 por ciento de la población nacional, y el Volcán de Colima sigue anunciando su permanencia de vez en cuando con sus escurrimientos riesgosos; empero, hoy por hoy lo ciertamente turbulento y levantisco son grupos humanos que, productos de discordias o sembradores de ellas, persiguen con sus actos la provocación de la violencia.      
        México se encuentra asentado entre volcanes, y ahora no sólo me refiero a nuestra posición geográfica y geológica, sino a peligros más activos que, sin ser montañas con cráteres en erupción, nos tienen al borde de riesgos amenazadores.
        Y como en el poema de Rubén Darío, el lobo también tiene sus motivos, al igual que no le faltan razones ni al hermano Francisco ni a los pastorcillos ni a los cazadores.
        En el caso de nuestro país, al decir del Presidente Enrique Peña Nieto, exclusivamente podemos "tener un crecimiento mayor, a tasas superiores al 5 o 6 por ciento, anual, si logramos materializar las reformas y los cambios estructurales definidos en la agenda del Pacto por México".
        Pacto que ha engendrado reformas y cambios estructurales a los que se oponen abierta y furiosamente multitudes organizadas que, en el menor de los casos, ejercen ilícitamente su propio y supuesto derecho en diversas regiones de nuestra república.
        Grupos armados que retan a los soldados y a los marinos, enfrentando a las policías; camarillas de profesores que toman carreteras y edificios privando ilícitamente de su libertad a funcionarios públicos; comunidades indígenas que, so pretexto de su autodefensa, imponen a la fuerza sus usos y costumbres, con tendencia a declararse territorios libres; narcotráfico, secuestros, crímenes espeluznantes, delincuencial cobro de impuestos; y, todo lo anterior, vinculado con ese secretísimo plan gringo de "rápido y furioso".
        Entremezclado con lo anterior, para dar más y mejor lugar al efecto polvorín, el conflicto magisterial, opositor franco a la reforma educativa, se une con policías comunitarias para liberar a sus miembros detenidos, y entran a Chilpancingo, capital del Estado de Guerrero, en una marcha de guerrilla triunfadora al lograr sus objetivos, ante la pasividad de las autoridades correspondientes.
        Todos sabemos que el poder desgasta; pero el no poder desgasta más. Verdad que no debe desconocer quien ejerce funciones públicas con apego al derecho.
        Vigilemos que no se vaya a instituir en las constituciones, la federal y las estatales, una nueva forma para abrogar, derogar, reformar y adicionar a las leyes mexicanas: tomando carreteras, calles y edificios, privando ilícitamente de su libertad a los funcionarios públicos, incendiando gasolineras y vehículos automotores ajenos, y violentando la vida de México.
        No puede ser, ésa, la herencia que dejemos a nuestros hijos ni a nuestros nietos.