lunes, 8 de abril de 2013

En este Abril MURIÓ LA CENICIENTA DEL SIGLO XX

      Los curitas, el aceite, y el talquito, sobre todo para bebés, y demás productos farmacéuticos que sigue fabricando la empresa Johnson & Johnson, desde 1885, son emblemas de una transnacional que tiene un valor de varios cientos de miles de millones de dólares en acciones.
        J. Seward Johnson, principal heredero de Robert Wood Johnson II, heredero a su vez del cofundador de esa industria multimillonaria, casó en terceras nupcial con su sirvienta, ella de nombre Bárbara Piasecka, de origen polaco.
        Seward, divorciado dos veces, con hijos en ambos matrimonios, se enamoró perdidamente de su sirvienta Bárbara, y se casaron teniendo él 76 años, mientras que ella contaba con 42, fijando su hogar conyugal en Nueva York. Esto aconteció en el año 1971.
        En ese entonces los periódicos, revistas, y todo tipo de noticieros, dieron cuenta del hecho. Bárbara tenía para aquellas épocas hermoso rostro y atractivo cuerpo, y la hicieron famosa con el nombre de "la cenicienta del siglo XX"; claro que su príncipe ya estaba entradito en lustros, y más cerca del fin que del principio, sin embargo su fortuna económica lo hizo atractivo.
        Doce años duró ese tercer matrimonio del señor Johnson, ya que en 1983 se le ocurrió morirse, no sin antes dejar como única y universal heredera de todas sus propiedades a la dueña de su corazón: Bárbara Piasecka.
        Obvio que el juicio sucesorio no tuvo nada de tranquilo. Sus 6 hijos se encargaron de dar la gran pelea procesal, la que años más tarde vino a concluir en un acuerdo, por el cual Bárbara repartió a sus hijastros 200 millones de dólares.
        Esa cenicienta nacida en 1937 había llegado a los Estados Unidos de América en 1968 con sólo 100 dólares y sin saber hablar el inglés, y acaba de morir, el 3 de abril próximo anterior, como la millonaria número cuarenta y dos en la lista de la Revista Forbes.
        La historia de esta riqueza aún no termina, ya que desde sus fundadores ha estado plagada de disputas mercantiles, juicios testamentarios e Intestamentarios, conflictos laborales, riñas entre miembros de la familia, enfrentamientos entre socios, y una gran variedad de pleitos.
        Lo curioso es que, con todo y sus múltiples dificultades, esa empresa sigue siendo altamente productiva. Toda la avaricia escandalosa que en ella se ha generado sirve como impulso comercial de alto rendimiento.
        Los clanes de los multimillonarios gringos tienen tanto de historia como de inmundicia, y tanto de escándalo como de riqueza; además, son buenos materiales novelísticos.
        El amor, el amor, qué formas toma a veces. Seguramente que la dinastía Johnson & Johnson tratará de recuperar, también por el amor al nombre del giro y a la cuantía del negocio, todas esas acciones que entrarán a un nuevo juicio sucesorio.
        En el entendido de que esas acciones de Bárbara se encuentran tanto en EU, como en Mónaco, Polonia, y Bielorrusia.