jueves, 24 de enero de 2013

Divorcio de Einstein PREMIO NOBEL Y PENSIÓN ALIMENTICIA

       Mileva Maric y Albert Einstein se casaron el 6 de enero de 1903. Fueron compañeros de clase, después amantes y, posteriormente, en matrimonio formalizaron su relación. En el Politécnico de Zurich, como en sus anteriores colegios, Mileva era la más aplicada.
        Einstein la escogió por inteligente. El cerebro de Albert trabajaba muy bien en los fenómenos físicos, pero era pésimo para la matemática. Maric era como alumna superior en ambas materias.
        Una vez casados Mileva abandonó los estudios, mientras Einstein proseguía los suyos con la ayuda de su esposa, tanto en las tareas hogareñas, como económicamente, y en algunos aspectos académicos.
        Tiempo después, con ese tipo de roles, Albert logró la genialidad, y Maric las enfermedades de diversa índole. La original, acertada y conocida, fórmula de E=mxc2 fue escrita por la mano femenina de Mileva.
        El 14 de febrero del 1918, después de un largo y tormentoso proceso de divorcio, se disolvió el vínculo matrimonial entre Einstein y Maric. Dentro de las cláusulas del convenio se introdujo el ofrecimiento de que "si algún día se me otorgara el Premio Nobel, desde ahora lo cedo en su totalidad a Mileva Maric, y a los hijos que con ella he tenido: Hans Albert y Eduard..."
        Para aquel año la cantidad de dicho premio era de 135 mil coronas suecas, y el ofrecimiento del marido que quería el divorcio consistía en una garantía de esperanza, en una hipótesis, acaso no tan remota.
        Aunque el Premio Nobel que le fue otorgado en Física a Albert Einstein correspondía al año 1921, le fue entregado hasta el 1922, y no se lo dieron por sus logros sobre la Relatividad, tanto especial como general, sino "especialmente por su descubrimiento del efecto fotoeléctrico", y su importe fue de 121 mil, 572 coronas suecas.
        Y esa cantidad, en ejecución de sentencia, fue entregada a Mileva Maric y a sus dos hijos, escribiéndoles Einstein al respecto: "Vais a ser todos tan ricos qué puede que un buen día tenga que pediros un préstamo".
        Con ese dinero la madre de los niños Einstein adquiriría en Zurich tres casas, las que convirtió en varios apartamentos de alquiler, y los que tiempo más tarde tuvo que malbaratar para hacer frente a las costosas y graves enfermedades de Eduardo, el menor de los hijos, quien murió internado en una clínica para esquizofrénicos en el año de 1965.
        Eduardo decaía constantemente en apáticas depresiones, y en una de ellas su papá le sugirió en una carta: "... busca trabajo, ya que hasta un genio como Schopenhauer se vio aplastado por el paro. La vida es como montar en bicicleta. Si quieres mantener el equilibrio no puedes parar..."
        Recomendándole, además, "jugar amorosamente con mujeres jóvenes", ya que Eduardo solía enamorarse de mujeres mayores que él, un rasgo que parecía ser heredado de su propio padre Albert Einstein, quien resultaba menor que Mileva Maric.