lunes, 20 de agosto de 2012

Derecho de Asilo para Assange BAJÓ LOS PANTALONES A LOS PODEROSOS


           Wikileaks, sin tener ninguna relación oficial con Wikipedia, siguió su modelo formal con el propósito de publicitar cibernéticamente documentos secretos de los países poderosos del mundo, y sus empresas transnacionales, sin su consentimiento, obteniendo estos escritos de personas que desean conservarse en el anonimato.
            Eso que no parece del todo legal, conforme a los preceptos jurídicos que rigen a la mayoría de las naciones del mundo, las personas físicas que han constituido Wikileaks lo valoran como algo ético, al considerar que cooperan eficazmente con todos aquellos que luchan en contra de las inmoralidades de los gobiernos hegemónicos y de las empresas imperiales.
            Julián Assange, fundador y cabeza visible de Wikileaks, ha señalado que en poder de ellos se encuentran cerca de un millón y medio de documentos provenientes de infinidad de fuentes; y lo poco que han publicado de ese acervo ha causado trastornos políticos, nacional e internacionalmente, más allá del simple escándalo.
            Assange dice que luchan en contra de la corrupción, y a favor de la transparencia, porque dentro de lo mundializado que se encuentra la vida actual es necesaria una democracia estable para todos.
            Pero no toda esa comunidad global califica bien a Wikileaks ni a Assange y, por ello, mientras un país como Ecuador le otorga asilo en su embajada de Londres, la Gran Bretaña y Estados Unidos de América no le reconocen ese derecho.
            El gobierno británico le niega terminantemente el salvoconducto para salir del país, sitiando amenazante con su policía armada a la embajada que asila.
            Y el Presidente ecuatoriano Rafael Correa unifica a casi todas las naciones latinoamericanas, obteniendo que la OEA apruebe una resolución para analizar el principio de inviolabilidad de las sedes diplomáticas bajo el espíritu de la Convención de Viena en 1961; mientras, Rusia y otros países del orbe exigen el respeto al derecho de asilo, particularmente en este caso.
            Al tiempo que Suecia reclama como supuesto delincuente a Assange, el reconocido jurista español Baltasar Garzón encabeza la defensa del australiano fundador de Wikileaks, quien con sus publicaciones indiscretas les bajó los pantalones a los actuales poderosos de la Tierra.
            En lo inmediato, es claro que el derecho de asilo procede a favor de Julian Assange. No aceptarlo así, les ocasionará a los violadores de este derecho humano un desgaste severo, más, si por la fuerza asaltan a la embajada ecuatoriana, en lugar de ventilar su interés jurídico insatisfecho ante tribunales internacionales, o la propia ONU.
            Todo ese conflicto tiene su raíz en la batahola de hace aproximadamente un año, en donde se supo en todo el mundo que, entre otras cosas, el gobierno de los EU juzgaba a "México como su verdadero enemigo", y al gobierno de México como "incapaz de vencer al narco, por su corrupción, dejadez, e ineficacia... siendo necesaria la intervención estadunidense para poner el orden".
            ¡Vaya con nuestros vecinos!