Está a la vista que el precio del
maíz, soya, trigo, y otras gramíneas, sigue al alza en el mercado
internacional. Estados Unidos de América en este año ha registrado una inusual
sequía; y de allá estamos importando, al decir de una nota periodística Reuters
de fecha 20 de agosto del año que transcurre, 121 mil toneladas de maíz.
El Departamento de Agricultura
estadunidense confirmó esa información, ampliándola a otras ventas que, para
México, los exportadores privados de aquel país han realizado para los años
2013 y 2014.
Lo anterior significa que los
mexicanos ya no somos autosuficiente en materia del maíz, base alimenticia
nuestra desde siempre. El Popol Vuh, o Libro del Consejo, o Libro de la
Comunidad, concebía a la generación maya quiché como "los hombres de
maíz", después de varios intentos de los Dioses para crear a la especie
humana con otros elementos.
Los hombres de barro, y los hombres de madera, fueron
todo un fracaso. Las manos divinas tuvieron que destruirlos. En cambio, los
hombres de maíz han perdurado, aunque ya no produzcan este grano, y tengan que
importarlo a muy altos costos, como uno de los efectos del Tratado de Libre
Comercio celebrado entre México, EU, y Canadá.
Lucila de María del
Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, (1889-1957) conocida más por su breve seudónimo:
Gabriela Mistral, a su llegada a México,
quedó impresionada al observar que gran parte del territorio patrio estaba
sembrado de maíz. Por donde quiera se miraban las milpas altas, enhiestas,
verdes, rebosantes de hojas, y con enormes mazorcas.
Así entona en su poema EL MAÍZ: "El maíz del Anáhuac... el Quetzalcóatl verde de las
colas trabadas que lamen y me hieren... eternidades verdes, ramada de
esplendores que bajan y que ascienden... Maizal hasta
donde lo postrero emblanquece, y México se acaba donde el maíz se muere."
Profecía literaria del Premio Nobel
1945, primera persona latinoamericana que recibió este galardón, y quien quiso
tanto a nuestro país.
Pero, en fin, versificaciones
aparte, la política económica y agrícola de México debe revisarse. Nuestra
independencia se encuentra en severo riesgo.
Hasta el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial aconsejan a los países prepararse para cuidar
su producción alimentaria. Los precios de todos los alimentos se están elevando
peligrosamente, y esto puede conducir a millones de seres humanos a la
hambruna, causa primigenia de toda violencia.
Pero curiosa y azarosamente con los
alimentos, que son energéticos para humanos, también se elevarán los
energéticos para las máquinas, entre ellos el petróleo, y esto puede conducir a
la guerra, otra forma de presentarse la violencia.
Y como si lo anterior fuese poco,
estamos al borde de una crisis financiera global, la que ha generado una
desaceleración económica preocupante, provocando desempleo, y una lucha
monetaria sin precedentes.
Todos los problemas mencionados
deben ser materia de nuestra reflexión desde ahora. Más vale prevenir que
lamentar.