Es convicción del Presidente de los Estados Unidos de
América, Barack Obama, realizar un recorte al presupuesto militar
que supone la reducción del número de tropas en las fuerzas armadas de aquel
país.
El proyecto es para que
se reduzcan considerablemente los gastos del gobierno y, por ende, su enorme
déficit.
Sin embargo, la idea no
contempla el que EU pierda un ápice de su hegemonía militar en el mundo, ya que
se trata de generar fuerzas militares más poderosas, más ágiles, más flexibles,
y con armamento de alta tecnología.
Sobre todo pretende
crear una organización superior en el combate, con mejores modelos de ataque y
de defensa, en cualquier escenario, incluido el ciberespacio.
Tanto
El Pentágono, como los jefes de todas las armas, han venido diseñando, con sus
equipos de investigación, significados aparatos de espionaje, y robotizando
casi todos los combates, con lo que esperan que las acciones de largo plazo
sean muy exitosas.
Así piensan garantizar su
seguridad, y sus invasiones, con menos fuerzas convencionales terrestres, sin
tantas bajas humanas de ellos, y en las mejores condiciones presupuestarias
concebibles.
Sus bajos costos los
haría más eficaces, pero, obvio, más peligrosos para el resto del mundo.
Empero, todo tiene en
la vida pros y contras. Al tener menor cantidad de soldados, marinos y pilotos,
generará un desempleo de considerables proporciones, que puede conducirlo a la
guerra civil, con el desmoronamiento de su sistema.
Además, los grandes
desajustes económicos que padece EU van en torno a una economía de guerra,
tanto por pago de salarios a soldados como a los altos costos tecnológicos; y
estos últimos reportan mayor desgaste.
Y los nuevos peligros
que hoy amenazan al mundo no todos requieren de esa costosa tecnología de
planos inclinados. Mientras la crisis económica, simplemente, es terca y
subsiste, agudizándose cada día.
El proyectado recorte,
para El Pentágono, será de cerca de 500 mil millones de dólares en la próxima
década, independientemente de que ganen los demócratas o los republicanos las
elecciones presidenciales de este año.
Claro que esos recortes
económicos siempre contienen riesgos innegables, por más que el gobierno gringo
asegure que EU no va a ser militarmente más débil o más vulnerable como
consecuencia de la nueva estrategia.
Por otra parte, nunca
se podrá depender al cien por ciento de la robótica ni de la cibernética. La
superioridad militar, al final, siempre depende de los seres humanos, por
infinidad de contingencias que arrastran tras de sí esos conflictos.
Esa nueva estrategia militar
de los EU también puede afectarnos a los mexicanos. Somos vecinos de ese
predominio militar, y de alguna manera él nos protege.
Sin ese hegemonismo
norteamericano nuestros gastos militares serían considerablemente superiores. Hoy
en día la seguridad mundial no puede ser exclusivamente una responsabilidad de
militares ni exclusivamente una responsabilidad de EU.
Ese proyecto militar
estadunidense tendrá una gran influencia en México.