lunes, 16 de julio de 2012

Decisiones Acertadas ANTE LAS PROTESTAS ENVILECIDAS


            El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación tiene de plazo hasta el próximo 6 de septiembre para resolver en definitiva la impugnación presentada por la coalición que liderada Andrés Manuel López Obrador.
            Lo que demandan los promoventes es la nulidad de la elección federal respecto al cargo de Presidente de la República; sin embargo, la continencia de la causa involucra todo el proceso electoral e, ipso jure, incluye a la integración de las dos cámaras del Congreso de la Unión.
            La irresponsabilidad jurídica de los accionantes pretenden cubrirla, ellos mismos, con una supuesta e incierta responsabilidad histórica.
            Empero, de todas formas intentan tener a México en una incertidumbre, gananciosa para ellos, de más de dos meses, con un lapso extra que se conforma con cerca de tres meses más, ya que la toma de posesión del próximo titular del Poder Ejecutivo Federal será el primero de diciembre del año que transcurre.
            Total, la maquinación es prolongar cuatro meses y días un tema electoral que poco más de 50 millones de votos ciudadanos ya resolvieron, para que, ahora, los votos de simplemente 7 magistrados resuelvan en definitiva.
            Y ante tamaño absurdo, el sentido común de los mexicanos pregunta: ¿para qué tanto esfuerzo, tantas campañas alborotando a la población, tantos millones de votos ciudadanos, y decenas de miles de millones de pesos gastados de nuestros impuestos, para que al final 7 jueces electorales tengan la última decisión?
            ¿Valdrá la pena nuestro actual sistema jurídico electoral con esos resultados? En los usos y costumbres de Cherán, municipio indígena de los purépechas, decide la población sin gastar ni en urnas ni en boletas ni en IFE ni en Tribunal Electoral, ni en propaganda que genera sólo basura, ni en radio ni en televisión ni en periódicos ni en regalos que compran votos.
            Pero en fin, Enrique Peña Nieto, quien ganó la elección para Presidente de la República, tiene un inmenso trabajo y una gran responsabilidad, y todos esperamos que lo realice eficazmente, por una parte, y por la otra que la ejerza con inteligencia.
            Para ello debe formar en torno de sí un colectivo de gente con gran honorabilidad y talento, para que, escuchándolos por separado y/o en confronta socializadora, tome la decisión, ya que el cargo de Presidente es unipersonal, y eso lo hace más delicado.
            Su gabinete, en cada una de las secretarias, u organismos, deben hacer lo mismo, formar colectivos en derredor del titular.
            En estos más de cuatro meses no debe permitirse que la agenda nacional la ponga ni Andrés Manuel López Obrador ni sus seguidores. Desde ahora los temas de día a día debe plantearlos, con resolución, y táctica a seguir, Enrique Peña Nieto. Tal es el mandato popular que ha recibido.
            Y todo el pueblo le ayudará, pues es auxiliarnos a nosotros mismos. ¡Que el trabajo eficaz para resolver nuestros graves problemas acalle a las protestas envilecidas!