La
reciente nulidad de la elección en Morelia la declaró, formalmente, un tribunal
regional electoral; pero, en el fondo, la aprestó el Presidente Felipe Calderón
Hinojosa, como real líder del PAN nacionalmente.
Y
no por utilizar ilegalmente a un tribunal electoral, el odio y la venganza de
Felipe Calderón, en contra de Michoacán, y de los michoacanos, son menos
groseros.
En
esa elección municipal si alguien violó la Carta Magna, y las leyes electorales
reglamentarias, fueron los panistas, generando condiciones de inequidad en la
contienda, en todos los órdenes. Y con cinismo, el violador se dijo violado;
como si Goliat hubiera acusado a David, en ese combate bíblico, de tener
ventaja en la pelea.
Así que por los calzones del
Presidente Calderón Hinojosa, y no por los de un boxeador, se sentenció a
repetir dicho proceso electoral, a costa y a desgaste de los morelianos. Y los
morelianos nos estamos preparando para volver a vencer a Felipe Calderón,
aunque invierta en la campaña del PAN muchos cientos de millones de pesos del
erario federal, o de alguno de sus amigos y cómplices empresarios.
Porque realmente los morelianos somos
los agredidos y atracados. Nuestro voto, ejercido de manera libre, fue el que
se nulificó, sin considerar que se contaron, públicamente, voto por voto. Pero
éste sólo es un ensayo para la nulidad de elecciones del 2012.
Con ilegalidades y absurdos se
declaró esa nulidad. Pero no se castigó al boxeador, ni a la cadena televisora
que trasmitió la pelea ni al gobierno federal que autorizó esa recepción. Se
castigó a los votantes michoacanos. Su culpa, según el Presidente Felipe, el
PAN, y ese tribunal electoral tan dependiente del ejecutivo federal, fue que
los ciudadanos michoacanos encendimos todos la televisión en ese canal, nos
pusimos a ver esa pelea boxística exclusivamente para ver el escudo del PRI en
los calzones del pugilista que, según la versión panista fue lo único que nos
convenció a votar en contra de 12 años de mal gobierno panista en lo federal, y
de 10 años de pésimo gobierno perredista en Michoacán.
Eso es faltarnos al respeto a los
michoacanos, ya que nos califican como descerebrados que sólo emitimos nuestro
voto ciudadano movidos por lo que lleve pegado el calzoncillo de algún boxeador,
o lo que nos emita TV por cable.
Así que reclamos hay muchos en
contra del Presidente Calderón, y de muy diversas naturalezas. Los empleos
ofrecidos no se han generado; la inseguridad sigue en aumento, junto con los
muertos y los desaparecidos. Ni pedirle peras al olmo.