Como
un "signo ominoso" califica el periódico estadunidense, The
Washington Post, a las elecciones celebradas en Michoacán durante el año 2011.
La nota se ve inducida por el jerarca del panismo en el país, pues el
razonamiento básico lo centran en que no puede ser posible que haya perdido la
gubernatura del estado Luisa María Calderón Hinojosa, cuando “Las
encuestas mostraban a la hermana del presidente con una sólida ventaja".
En esa
información parece ignorar, quien redactó ese doloso comentario, que el
ejecutivo federal gastó demasiados millones de pesos en comprar, todo lo
comprable, a efecto de que su hermana Luisa María fuera la gobernadora. Así, la
mano negra más notable estuvo a cargo del operativo Cocoa, pagando caras
encuestas para su contentillo.
En los
Estados Unidos deberían de saberse que si la mayoría de los michoacanos votamos
por el PRI es porque nos tienen irritados dos pésimos gobiernos: el federal que
ha sido panista desde hace casi 12 años; y, el estatal que ha sido perredista
por 10 años consecutivos. Y, además, nuestro voto fue así, porque se postuló a
un michoacano con prestigio, honorable y trabajador, a Fausto Vallejo Figueroa.
Sin
embargo, el motivador de ese mensaje periodístico asevera que el crimen
organizado influyó en ese proceso electivo, pero sin señalar ni aportar
pruebas, sino sólo agregando, con intencionada perversidad, que "esto
puede pasar en las elecciones presidenciales del próximo verano".
Así que todo lo que dicen los panistas, o hacen decir a otros,
dentro y fuera del país, es de tipo electorero, más que electoral, al carecer
de seriedad, de pruebas, al publicitarse con alto costo económico, y de mala
fe.
Su tozuda perversidad los hace señalar, en voz de Santiago Creel Miranda, Josefina Vázquez Mota, y Ernesto Cordero Arroyo,
aspirantes a la candidatura presidencial por el PAN, que no permitirán "el
regreso del viejo sistema priísta autoritario, de caciques y de
corrupción", como si ese fuese el actual y más lacerante problema de
México.
Con ello, mal enfocan nuestra realidad en el 2012. Hoy, el
pésimo sistema panista de gobernar se ha envejecido, creando caciques
burócratas, llenando de corrupción al país, e imponiendo una guerra sangrienta.
Curiosamente los tres precandidatos del PAN se notan cansados.
Josefina se quedó dormida en una entrevista por radio con Ana Paula Ordorica y
Pablo Iriart, Cordero desatina constantemente, y Creel se repite como un disco
viejo.
Y ese lamentable espectáculo tiene un público reducido. Mientras
que la Cocoa, antes tan afecta a Josefina, tuvo que pasar, por disposición del
hermano, a las filas simpatizantes del señor Cordero, mostrando su confusión zigzagueante.
Luisa María Calderón, quien inmaduramente no ha podido digerir su
derrota, ha forjado con torpeza una carambola de tres bandas: "Me apena
mucho, pero los pueblos tienen el gobierno que se merecen", golpeando con
ello directamente al Presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien nos tiene
apenados a todos.