miércoles, 25 de enero de 2012

Impuestos para los Pobres GANANCIAS PARA LOS RICOS

             El tema del momento en los Estados Unidos de América versa sobre impuestos; y concretamente a cuánto pagan los ricos, y cuánto pagan los pobres, en materia de contribuciones.
                Barack Obama acaba de pronunciar un discurso sobre la desigualdad que impera en los EU, vía pago de impuestos. ¡Y todo lo que se refiere a contribuciones es sagrado para el puritanismo gringo!
                "In God we trust" no lo grabaron en su conciencia, sino en su dinero, y todo el que no pague impuestos sufre la cólera de su dios, a través de sus autoridades fiscales. Recuérdese que a Al Capone cayó en la cárcel por no pagar contribuciones, y no por asesinar ni extorsionar a sus compatriotas; así, el más grave de sus delitos es la evasión fiscal.
                Sorprendió, por ende, que el Presidente Obama señalara con claridad: "Es hora de aplicar las mismas reglas a los de arriba que a los de abajo: ni planes de rescate, ni dádivas, ni escapatorias... que los ricos paguen lo que les corresponde en impuestos. Estados Unidos va a durar, e insiste en que cada uno asuma sus responsabilidades... vean esto como justicia, no como lucha de clases".
            Ése no sólo es el sentir y el decir del presidente estadunidense, sino también el segundo hombre más rico del mundo, Bill Gates, recién externó: "La gente como yo no paga los impuestos que debería... el déficit presupuestario de EU se resolverá con el sacrificio conjunto... aumentar los impuestos a los ricos es simplemente lo justo".
            Y el tercer hombre más rico del mundo, Warren Buffet, dijo: "La tasa tributaria es injusta, y debería cambiar. Deben ustedes saber que yo pago, proporcionalmente, mucho menos que mi secretaria."
            Y el primer hombre más rico del mundo, el mexicano Carlos Slim Helú, ha guardado silencio al respecto. Y en México la distribución de la riqueza es pésima, y no de ahora, pero con el gobierno panista se ha venido agudizando.
            En EU este asunto de política impositiva ha venido calentando el ambiente de una manera insospechada. Mitt Romney, rico y fuerte precandidato republicano, recibió la envestida, pues fue directamente acusado de pagar proporcionalmente mucho menos que la mayoría de estadounidenses.
            Con los miles de millones de dólares que tiene, y sólo pagó durante 2010 y 2011: seis millones de dólares, alrededor de 11%, cuando la tasa gringa anda del 30 al 35%.
            Supongamos que a los votantes estadunidenses les agraden los multimillonarios, que los admiren, los respeten, y hasta acaso los amen; pero, a los que odian fervientemente es a los que no pagan los impuestos que deben.
            Lo que también es cierto es que al votante de los EU no le gustan los aristócratas y los elitistas, sino el multimillonario que se comporta como gente común, y que sabe compartir socialmente con todos.
            Lo anterior es un llamado para los multimillonarios mexicanos. ¿O no?