miércoles, 1 de junio de 2011

EL CORDERO DE FELIPE

Dejamos de Ser Pobres
EL CORDERO DE FELIPE                                                                    
            Se llama Ernesto Cordero Arroyo, tiene 43 años, es actuario y economista, nació en la Ciudad de México, egresado del ITAM, y su carrera política ha sido panista y meteórica. Hoy se desempeña, y no para bien de México, como secretario de Hacienda y Crédito Público.
            Por cierto que su crédito público es bajo, y su hacienda debe ser cuantiosa, atentos a sus declaraciones más sonadas: “seis mil pesos al mes alcanza para todo”, y “México dejó de ser pobre… es un país de renta media”.
            Y sobre lo que ha dicho públicamente se han suscitado, de inmediato, comentarios puntillosos y críticos; y él, en respuesta, siempre asegura de manera repetitiva: “han mal interpretado mis palabras”, por lo que, de llegar a la Presidencia de la República, requerirá de un intérprete frente al pueblo de México.
            Aunque, antes, es difícil que llegue a ser candidato del PAN para ese elevado cargo, pues su destape ha generado serias controversias en las filas de ese partido azul, de donde emana el señalamiento de que es “el gallo de Felipe”, pero otros aseguran que únicamente es el cordero.
            Así, todos los precandidatos de Acción Nacional a la Presidencia de México han hecho suya, de una u otra manera, la expresión de Josefina Vázquez Mota: “El suelo debe ser parejo para todos”.
            Todo debido a que quienes lo postularon responden al dedo del señor Presidente Calderón; y echaron montón, auxiliados con el dinero y los recursos del Ejecutivo Federal. Eso provocó la frase de Santiago Creel: “Los dados están cargados a favor de Ernesto”.
            Mientras, el favorecido siente la importancia de llamarse Ernesto, y de ser el cordero del señor; empero, su capacidad parece no dar para mucho. El secretario de Hacienda debe saber que México nunca ha sido un país pobre; los pobres son los mexicanos, en su mayoría, porque una minoría privilegiada se ha agandallado la riqueza de país.
            Afirma también el secretario Cordero que "No se debe tener miedo a subir impuestos, pues el costo político es mayor para los gobiernos que no tienen recursos para financiar infraestructura para el desarrollo"; sin embargo, en su hacer cotidiano a cargo de esas atribuciones hacendarias no les ha subido los impuestos a las familias multimillonarias en dólares, sino sólo a los asalariados, a las empresas pequeñas, a las ganancias menores.
            Incluso los gasolinazos son de la misma cantidad para los pobres que para los ricos; además, está a la vista que nuestros impuestos y derechos están siendo utilizados para las campañas políticas electorales de los panistas. Un equívoco que pagarán.