lunes, 2 de mayo de 2011

EL GRAN TEMA

Deuda Pública en Michoacán 
EL GRAN TEMA                                                               
            Tres noticias recientes han creado, a través de los medios masivos de comunicación en el mundo, una bruma de engañosa felicidad; la primera, la boda entre el príncipe William y la plebeya Kate en Londres; la segunda, la beatificación del Papa Juan Pablo II; y, la tercera, la muerte de Osama Bin Laden.
            Ninguna de las tres, al menos de manera directa, auxilia a México para  resolver sus graves e ingentes problemas; pero las tres, sin lugar a dudas, sirven para distraer nuestra atención.
            La boda inglesa fue todo un espectáculo que generó movilidad económica en aquel rancio imperio isleño, pues se obtuvo un considerable ingreso de varios millones de libras esterlinas en el turismo y sus áreas conexas.
            La beatificación, merecida o no en el mundo convulso de los valores humanos, reavivó conciencias, y se espera de ella un fortalecimiento de las instituciones católicas, con efectos económicos aceptables en los ingresos de esa iglesia.
            Y por lo que ve a la muerte de un hombre, sea quien sea, no lo acepto como motivo de alegría, menos aún cuando estamos ante un oscuro asesinato, el de un líder musulmán que cuando era socio de los Estados Unidos de América nos los presentaban como todo un héroe, y cuando ya no les convino, lo exhibieron como el más perverso terrorista.
            No se olvide que Bin Laden fue socio en empresas con la familia de los dos presidentes Bush, y cabeza de la guerrilla que echó de Afganistán a las tropas rusas. Su violento nacionalismo lo sostuvo ante la entrada de la tropa gringa, y se le acusó de organizar el ataque a varias ciudades de los EU aquel dramático 11 de septiembre.
            Pero los problemas de Michoacán y de México son otros. Claro que debemos estar atentos a cuanto problema humano se suscite; sin embrago, de su jerarquización, nos resultarán de mayor trascendencia los nuestros, como el de la deuda pública de Michoacán, tan enorme como inexplicable.
            Esa deuda pública ha puesto en grave peligro al Estado. Este michoacanazo de efectos prolongados lo va a padecer el pueblo por años, y la próxima administración gubernativa, en su reducido periodo, sufrirá sus ásperos efectos.
            La Secretaría de Hacienda y Crédito Público  acaba de dar a conocer  en su página www.shcp.gob.mx, actualizando sus datos, la situación de la deuda pública de las Entidades Federativas; y ahí se observa la quiebra en las finanzas del gobierno de Michoacán.
            No hay duda, el futuro de todo Michoacán quedó afectado por los dos últimos gobiernos perredistas, encabezado el primero por Lázaro Cárdenas Batel, y el segundo por Leonel Godoy Rangel. Ellos deben dar explicaciones, precisas, claras, y documentadas, de en dónde quedaron poco más de 20 mil millones de pesos, cuando antes de ellos sólo se debían 159 millones.
             Explicó en una nota Moisés Pardo que “sólo la cantidad de diez mil millones de pesos representa, como fuente de pago, el setenta y cinco, punto, cuatro por ciento, de las participaciones y derechos Federales que le corresponden al Estado.”
            En esta campaña política que se inicia en Michoacán, uno de los temas centrales es la deuda pública. ¡Qué nadie lo olvide!