miércoles, 16 de marzo de 2011

LA MAR DE GRACIA

Ocurrentes Propuestas
LA MAR DE GRACIA                                                                        
            Al menos por ahora, quedó obsoleta la vieja frase de que la iniciativa privada está privada de iniciativa; hoy se presenta con ánimo ocurrente, y ejerce tímida de atrevimiento, de propuestas y de inventivas.
            Para superar los “severos rezagos en Michoacán”, causados por “diversos factores”, “deseamos proponer… un candidato único y de unidad a la Gubernatura del Estado… que cuente con el apoyo de todos…”, sin arriesgarse a expresar el nombre.
            Y agregan que, nuestra Entidad Federativa “no resistiría más una polarización electoral sin consecuencias graves para la gobernabilidad…
            Posiblemente nuestra enfermedad se encuentre, en ese desplegado, diagnosticada con buena fe, aunque de manera superficial, ingenua, y con poco tino; pero, la medicina que proponen es la mar de gracia, semeja una humorada que no debe pasar desapercibida.
            Tácitamente discurren que todo el proceso electivo estatal del 2011 prosiga, con los gastos millonarios que esto ya conlleva; sin embargo, plantean que los partidos políticos postulen como candidato a la gubernatura a una sola persona. ¿A quién, y de qué partido político?, ¿a uno sin filiación partidista?, ¿a un empresario, o campesino, obrero, estudiante, maestro, artesano, artista plástico?, ¿mujer u hombre?, ¿un multimillonario, o de clase media, o un sin trabajo?, ¿industrial, comerciante, o banquero?
            Las simples respuestas en discusión pública, a las anteriores preguntas, entre los partidos políticos, ya no se diga con toda la ciudadanía michoacana, ocasionaría confrontas tan fuera de la legalidad, y tan peligrosas, que lo que se desea superar, los severos rezagos de Michoacán, se ahondarían más, retrasándonos en mayor grado, en una ingobernabilidad peor que en la que vivimos.
            Y si resultara, así de fácil, ponernos todos de acuerdo para designar a un solo candidato, ¿no será mejor que con esa maña de una vez por todas decidiéramos ya no al candidato, sino al gobernador, ahorrándonos todos los gastos y desgastes del proceso?
            Empero, si la unidad y la unicidad se logra para el gobernador, ¿por qué no para los diputados locales, presidentes municipales, síndicos y regidores?
            Al resultar sencillo lo anterior, en virtud de “la madurez”, “la capacidad”, y “la tolerancia de todos”, ya sin necesidad de partidos, ¿por qué no los desaparecemos, al igual que a las dependencias y tribunales electorales, abrogando las leyes electorales que regulan a ciertos artículos de esa materia en nuestras constituciones, tanto la Federal como la Estatal?
            En esa vía de la candidez, de resultar, sería Michoacán el ejemplo a seguir de todas las Entidades Federativas de nuestro país, y arquetipo para el gobierno federal. Sin elecciones, sin candidatos, sin partidos políticos, sin gastos, sin confrontaciones ni conflictos, todos elegiríamos al próximo Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, tanto al constitucional como al legítimo.
            Pero regresando a Michoacán, si el próximo periodo es de poco más de 3 años, ¿Por qué entre los 15 posibles precandidatos no se alternan, tocándoles cerca de 3 meses a cada uno?, o que jueguen ese cargo en un volado, o al póker, o en una partida de dominó. En un juego de ajedrez no, para no forzarlos mucho.
            Si el fenómeno político del Estado, y del país, se resolviera con ocurrencias, al margen del sistema jurídico, quizá seríamos menos aburridos, pero más irresponsables.