Rápido y Furioso
INAGOTABLE INTERVENCIONISMO GRINGO
Muchos pensarán que es descabellado, pero para titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México se requeriría, en este momento, de una persona como Andrés Manuel López Obrador.
Su nacionalismo, su mexicanidad, su patriotismo, para mí, están fuera de duda; salvo que a la hora del hacer, en la práctica diplomática cotidiana, algunos otros de sus perfiles afectaran el vínculo natural y obvio entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América.
Sin embargo, la injerencia de los gringos en lo que hoy es nuestro país, desde antes del 1821, la que comenzó siendo revolucionaria al alentar a la independencia en contra de España, se ha convertido en fétida e indeseable desde finales del siglo XX.
Su enorme y aplastante intervencionismo actual puede ejemplificarse con el reciente operativo denominado Fast and Furious, a cargo del Buró de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) bajo la autoridad de quien se supone coordina la operación de todas esas instancias, la secretaria de Seguridad Interior Janet Napolitano.
Es cierto que Janet ha dicho que “yo no estaba enterada de ese operativo”; mediante el cual se invirtieron millones de dólares del erario estadounidense para que la agencia encargada de impedirlo, la ATF, introdujera a México casi 2 mil 500 AK-47, AR-15, pistolas AK Draco y otras armas de alto calibre, pero ahora que sabe no ha hecho nada para sancionar a los responsables, localizar las armas para que se recojan, y prevenir que no vuelva a acontecer.
Pero lo anterior sólo es un ejemplo de un intervencionismo brutal, descarado, cínico, e irresponsable; y ni nuestra canciller Patricia Espinosa Cantellano ni su jefe el señor Presidente Felipe Calderón Hinojosa, parecen tener ni el carácter ni el deseo de atajar, de poner un hasta aquí, a esa actitud intrusa del gobierno gringo.
Andrés Manuel, o alguien con sus características, mejoradas con inteligencia diplomática y capacidad de negociación, a favor de México, puede y debe hacerse cargo de esa importante función de Relaciones Exteriores, frente a un EU tan furiosamente impertinente.
Día que pasa, con la política agresiva de Obama y la política agachona del gobierno de Felipe Calderón, se va desestabilizando México; efecto que no auxilia en nada ni a los gringos ni a los mexicanos, salvo que alguien nos demuestre lo contrario.
Esa operación de Rápido y Furioso se viene aplicando en nuestro país desde el año 2009 según el propio reconocimiento de los EU, todo bajo el pretexto de localizar a los grandes capos del narcotráfico, cuando ésos no se encuentran aquí, sino allá, al norte del Río Bravo.
Pero no es el único operativo de intromisión que tienen los gringos aquí, en territorio patrio, sino que más de diez agencias estadunidenses tienen en México soldados, agentes, y policías gringos, haciendo de las suyas, y tomando a México como su laboratorio, tanto político, como religioso, económico, de seguridad, y de tipo jurídico.
Eso desde luego es peligrosísimo; aunque ellos afirmen que es para ayudarnos. A otros pueden irles con ese cuento; incluso, el caso debemos llevarlo a tribunales internacionales, ya que todo lo malo que nos está pasando algo tiene que ver con el gobierno gringo.
Créanme que no es irrazonable. Andrés Manuel López Obrador, o una gente con sus perfiles, mucho auxiliaría a México en estos tiempos desde la Secretaría de Relaciones Exteriores.
