miércoles, 19 de enero de 2011

DÍAS DE INVIERNO

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DÍAS DE INVIERNO
                                                                                 
En  memoria  a  Otila   Mayez   Olloqui,
excelente subsecretaria de Educación
Superior en Michoacán.
            El Instituto Federal Electoral, lamentablemente, ha devenido a ser un servidor sumiso del reducido grupo que ejerce el poder en el país, a pesar de costarle al pueblo, anual y oficialmente, más de 5 mil 600 millones de pesos para este año 2011.
            Por disposición de sus amos, el IFE recién acaba de acordar que el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, militante y aspirante a la candidatura del PRI a la Presidencia de la República, violó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos “al difundir en medios de comunicación, de los Estados con comicios, spots relativos a su V Informe de Gobierno.
            Y señala ese instituto electoral como norma atropellada, por el mandatario en cuestión, el párrafo octavo del artículo 134 de la propia Carta Magna: “La propaganda bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencia y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberán tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público”.
            Con simple sentido común se verá que la literalidad de la supuesta violación no actualiza las hipótesis jurídicas del precepto Constitucional, por lo que el efecto del tal acuerdo es simplemente político.
            Y ese planeado escándalo, con propósitos aviesos, ha traído reacciones y comentarios en cascada también programados y vergonzosos, en donde varios destacados políticos del PRD y del PAN se lanzan en arremetida contra el priísta Peña Nieto, protagonizando al burro que habla de orejas, o al torpe sujeto que escupe hacia arriba, manchándose con sus excreciones a sí mismo.
            Comenzando por el Presidente Felipe Calderón Hinojosa, por todos y cada uno de los gobernadores de los Estados, por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, por los presidentes municipales del país, por los senadores y diputados, y por cualquier otro político que ejerza partidas del presupuesto público, ¿quién se ha apegado a la literalidad del artículo Constitucional transcrito?
            Puede que haya honrosas excepciones, y habrá que reconocerles públicamente su actitud legal y decorosa; empero, siempre la propaganda incluye sus nombres, sus fotografías, su voz, sus símbolos y logotipos, tendientes a personalizar lo que debiera ser institucional.
            Televisión, blogs de internet, radio, periódicos, revistas, carteles, mantas, libros, enormes placas de bronce, conteniendo en letras grandes los nombres de personas mediocres, en obras inauguradas, personalizado todo este alud propagandístico, con rostros agraciados o desgraciados, pero siempre del político de moda.
            Aun que Usted no lo crea, estimadísimo lector, hay gobernadores que están proyectando, en año electoral, ir a rendir su informe de gobierno a cada cabecera distrital, y si es posible a cada municipio, para el efecto de que su partido y sus candidatos logren algo de la aceptación a la que aspiran, pero de la cual carecen.
            El IFE, sobre todo en días de invierno, y desde luego en toda estación, debe tener más tino, y menos desatino, menos agachón y más independiente.