lunes, 22 de noviembre de 2010

UN DECIR DEL VATICANO

Llegamos Tarde
UN DECIR DEL VATICANO
                                                                                      
            El Papa Benedicto XVI, con la demora que caracteriza al Vaticano, reconoció el día de ayer y por primera ocasión “los atrasos y la lentitud” con que la Santa Sede atendió a las denuncias de abuso sexual a menores por parte del fundador de los Legionarios de Cristo: Marcial Maciel Degollado.
            Llegamos tarde a ese caso”, externó el pontífice; pero fue tal su dilación para reconocer ese pecaminoso hecho, que la creencia de la gente ha dejado muy atrás esa supuesta confesión pública.
            La mayoría de los que han analizado esos actos delictivos, de Marcial, sostienen como verdad que, bien identificada la deformada monstruosidad de ese sujeto, tenía como cómplices a todos sus superiores, pues les reportaba ganancias archimillonarias.
            Por ello a esa agrupación constituida por su fundador Maciel Degollado no le llaman, comúnmente, los Legionarios de Cristo, sino los Millonarios de Cristo, por alejarse, así, de los ideales de esa iglesia, y de los valores de pobreza y humildad que el hijo de Dios vino a enseñar a los humanos.
            Es obvio que Cristo ni quiso ni quiere ni querrá legionarios que amen más al cepo de las limosnas que a la Virgen de Guadalupe, que se bendigan las braguetas entre sí, y no a sus propias almas.
            En el caso de esta congregación y su fundador, el Papa no sólo se retrasó en su juicio, sino parece equivocarse en su solución.
            En el libro que saldrá a la venta el día de hoy bajo el título de Luz del mundo, con las declaraciones de Benedicto XVI sobre Marcial Maciel, producto de una serie de encuentros entre el obispo de Roma y el periodista alemán Peter Seewald durante el pasado mes de julio en la residencia estival del Vaticano, a las afueras de Roma, el pontífice califica a Maciel Degollado “como un falso profeta que tuvo una vida disipada y extraviada… pero lo enigmático es que por otro lado, construyó con dinamismo y fuerza la comunidad de la Legión.
            Reconociendo, además, que “en México ahora se hacen oír voces que dicen que las disculpas públicas de los Legionarios de Cristo no son suficientes y que hay que disolver la comunidad… pero es preferible hacer correcciones, porque, en términos generales, es una comunidad sana; y hay en ella muchas personas jóvenes que quieren servir con entusiasmo a la fe. Muchos de ellos partieron de una figura falsa, pero al final se han visto llamados a adherirse a una correcta”.
            De esa manera, según el Papa, el falso profeta fue Marcial Maciel Degollado, y ya se murió; y ahora todos deben de adherirse al verdadero y nuevo profeta, sin decir el nombre de éste; y a nombre de la fe, defiende a la gallina de los huevos de oro.
            De esa forma el Vaticano dice confesar su lentitud, pero exclusivamente es para encubrir su desacierto, y su complicidad. Su nueva carta en contra de la pederastia tiene por receptor al mismo emisor, haciendo con ello un mazacote endógeno que empantana al Vaticano y al Papa Joseph Ratzinger. El tiempo y Dios los seguirán juzgando.