miércoles, 27 de octubre de 2010

PALADARES PARA EL CRIMEN

Carlos Fuentes
PALADARES PARA EL CRIMEN
                                  
            Cualquier adicción es mala, pues hace que el ser humano sea dependiente de algo o de alguien, y esto coarta su libertad.
            Uno de los actos más abominables es el hacer adictos a los niños, poniéndoles drogas en los dulces; y quienes tal hacen son la escoria más baja de la inmoralidad, independientemente de que actualicen con su conducta tipificaciones penales.
            En relación a este tema, la voz autorizada de Carlos Fuentes se dejó escuchar recientemente en la ciudad de Toluca, ante un auditorio de empresarios: “El gran peligro que veo en México es que los jóvenes mexicanos de menos de 30 años, que son casi la mitad de la población, desvíen su destino y se vayan al crimen
            Y tiene toda la razón, ya que todo confluye para que les hagan paladar al dinero fácil, a derramar sangre, a segar vidas, a cometer violaciones, secuestros, robos; e, intentan crearles adicción al crimen, a diversas drogas, al riesgo peligroso.
            Con una estupidez atroz, nuestro sistema ha creado a los famosos “ninis”, jóvenes que no hacen nada, ya que ni estudian ni trabajan. Ociosos a más no poder, se han convertido en carne de cañón del crimen organizado.
            Cuando todos ellos son sangre preciada, esfuerzo excelente para satisfacer un sin número de necesidades en el país, inteligencias y manos que, bien encaminadas podrían enriquecer nuestra infraestructura nacional en muy diversas áreas, el sistema operante en México los encamina a que realicen delitos graves como un uso diario y una costumbre cotidiana.
            Todo porque los actuales gobiernos les cierran las puertas en las escuelas, en las fuentes de trabajo, y los conducen a la desesperación que genera el no encontrar oportunidades de desarrollo.
            Por ello, todas las voces inteligentes de México deben hacer eco a los conceptos vertidos por el literato mexicano Carlos Fuentes. Su llamado de alerta sobre la tentación que genera el crimen es oportuno, y fundado. La sugerencia que formula es incuestionable, ya que señala que su tratamiento “debe ser de compromiso internacional en una cumbre de todos los países”, para poder obtener la eficacia requerida, y deseada, para que de ahí se desprenda "un proyecto nacional visible", con el que se contrarreste la proclividad al delito, al dotar a todos de oportunidades laborales y de estudio.
            Subrayó que ese proyecto debe respetarse, ampliarse y eficientarse, por encima de los sexenios. Quien llegue al poder debe seguir con el proyecto, ya que sería la continuidad política cultural que deseamos todos.
            Así que digamos no a la adicción al crimen. No permitamos que hagan paladares gustosos para el delito. Frenemos todo lo que haga proclive al ser humano a los ilícitos.
            Por último, recordemos que el ocio mal encaminado es la madre de todos los vicios, y el aniquilador de todas las virtudes. La política a seguir debe ser la de ocupación total. Nadie está de más, nadie sobra; todos los mexicanos, y cada uno de ellos, somos importantes, en la campaña contra el crimen.