lunes, 4 de octubre de 2010

¡BASTA DE MICHOACANAZOS!

Sentimiento del Pueblo
¡BASTA DE MICHOACANAZOS!
                                                          
            Gente del PRD, bajo el liderazgo del gobernador michoacano Leonel Godoy Rangel, acusan al Ejecutivo Federal de que a través de la Procuraduría General de la República encarceló y persigue ilegalmente a inocentes en nuestro Estado.
            Personas del PAN, bajo el liderazgo del Presidente de México Felipe Calderón Hinojosa, también michoacano, culpan a un Juez de Distrito de que ilícitamente liberó a culpables de nuestra Entidad Federativa.
            Los expedientes penales completos que se han instado en todos y cada uno de estos procesos no se encuentran más que a la vista de las partes; así que los análisis y comentarios que se realizan al respecto suelen adolecer de sustento documental, y portan cargas de intereses, lo que podemos calificar como algo humano, pero carente de objetividad.
            Sin embargo, en eso del llamado “michoacanazo” existen realidades que están a la vista de todos: en las detenciones iniciales se violaron, en contra de los supuestos sujetos activos de delito, sus garantías individuales; la naturaleza  jurídica del arraigo no es encarcelar al arraigado ni privarlo totalmente de su libertad, sino no permitirle que salga del territorio jurisdiccional que abarca la competencia del Juzgado que dicta dicho arraigo, lo que no se aplicó de manera legal y debida en los casos de que se trata; se  consignaron averiguaciones previas supuestamente suficientes para que el Juez dictara auto de vinculación a proceso, pero, bajo diversos procedimientos, las defensas en cada caso lograron la libertad de aproximadamente tres decenas de personas consideradas por el Ministerio Público Federal como responsables de delitos graves.
            Todo lo anterior, que constituye una serie de hechos notorios, revela el deterioro y la descomposición social que viven las instituciones de nuestro país, ya que es intolerable que se encarcele a inocentes, como es inaceptable que se libere a culpables.
            Así que tan malo es, si resulta cierta la aseveración del PRD, como si se prueba que es verdad lo denunciado por el PAN. Y esta confronta provocó que en el acto del 30 de septiembre próximo pasado, en homenaje a José María Morelos, en lugar de lanzar el público asistente porras y vivas a Morelos, un grupo de burócratas estatales perredistas diera la nota al entonar ensayadas vivas a “Godoy”, sin aclararnos a cuál de ellos, y algunos despistados burócratas federales panistas aceptando la provocación gritaran tímidas vivas a “Felipe”, con la paciencia comprensiva de quien sólo quiso ser Siervo de la Nación.
            Otra cosa distinta, aunque relacionada con lo anterior, es que suele la gente ver al michoacanazo en el ojo ajeno, y no en el propio.
            Se le ha llamado michoacanazo a los pésimos e ilegales actos de gobierno que afectan al final a Michoacán, aunque en la primera instancia atropellen a seres humanos que son, o viven, en nuestra entidad federativa.
            Y nuestro Estado ha padecido muchos michoacanazos, y de diferentes índoles y orígenes. Michoacanazo también se le llama al que sufrimos todos cuando de 180 millones de pesos de deuda pública en el 2001 pasó a deber Michoacán, según las confusas cifras oficiales dadas, 18 mil millones de pesos al 2010, sin saber en qué se gastaron o quiénes se apropiaron de tanto dinero a costa de los michoacanos.
            Michoacanazo es, también, el atraso secular que ha padecido la población de nuestra entidad federativa, quien por varias causas, entre otras por padecer durante tanto tiempo a una dinastía costosa e improductiva, tiene 3 millones y medio de michoacanos sobreviviendo en su suelo, y 4 millones fuera de su territorio, en emigración; quien tiene uno de los índices más altos de analfabetismo en el país, pero con banderas blancas, izadas por la grotesca demagogia gubernativa.
            Y sería enorme la simple enunciación de todos los michoacanazos habidos; empero, lo positivo, ante esos dolorosos casos, es que el sentimiento del pueblo, al respecto, se sintetiza en un: ¡ya basta de michoacanazos!