lunes, 1 de febrero de 2010

CÁRCEL PARA LOS BANQUEROS


De Obama a Davos
CÁRCEL PARA LOS BANQUEROS
                                                                                       
            El Presidente Barack Obama en su Primer Informe de Gobierno dejó asentado su sentir sobre el irresponsable comportamiento de la banca en su país, la que provocó esta reciente crisis mundializada, y la que está generando otra burbuja peligrosa con efecto en las economías de todas las naciones.
            Señaló que aún no siendo de su personal simpatía, tuvo que tomar la medida de auxiliar al sistema bancario estadunidense, para coadyuvar a la resolución del problema económico que se produjo; empero, el apoyo fue acompañado de nuevas reglas, las que no se han cumplido. Y lamentó que el sistema bancario haya regresado a actuar con la misma conducta especulativa que originó este conflicto en el que todavía nos encontramos.
            Esos conceptos de Obama, en el fondo, han irritado a gran parte del sistema imperialista y especulativo que preside, pero han motivado a la imitación, por otro lado, a los presidentes de otras naciones que le son afectos, entre otros, al Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y al Presidente mexicano Felipe Calderón Hinojosa, quienes fueron expositores, recientemente, en ese escenario de Davos, Suiza, en el cual cada año se pone tribuna a los jefes de Estado del mundo, para estimular a su ego.
            Sarkozy, frívolo derechista francés, curiosamente, con tal de tomar el tono y el tema de Obama, parecía repetir con su discurso tanto el mensaje del Presidente estadunidense como las pancartas, volantes y mantas que en frente a esa reunión de Davos abanderaban los tradicionales inconformes de la globalización, de sus consecuencias, y de sus causantes.
            Primero se escuchó la mea culpa del Presidente francés, seguida de la denuncia contra situaciones inaceptables de la pobreza y de depredación ambiental, para después señalar la necesidad de crear un capitalismo sostenible y justo; adoptando también una actitud agresiva hacia el sistema bancario mundial, indicando que deben ajustarse a una nueva regulación, si no, la cárcel podría esperarles.
            El Presidente de México también denunció las fallas a la vista del sistema bancario internacional, exigiendo su inmediata reforma. Y así como ellos, todos los demás participantes, con su estilo y lenguaje, hicieron eco al mensaje del Presidente Obama.
            Los banqueros del mundo acusan ya a estos presidentes de populistas y demagogos que, con sus posiciones, van a generar una recesión global, pues estos jefes de Estado, de una u otra forma, los han señalado, mínimo, como agiotistas y delincuentes. Entre ellos los adjetivos lanzados llevan mucho de verdad, y sólo la entonación es producto de las vísceras.
            Empero, los hechos objetivos están saliendo a flote, y se encuentran a la vista de todos. Así que la denuncia del Presidente Obama, hecha suya por un buen número de jefes de Estado, no debe quedar en simples discursos. El problema latente es que se repita un nuevo quiebre en la economía del mundo, producto otra vez de la corrupción de los banqueros; o que, al regular a los banqueros, se ocasione una recesión prolongada.
            Ante tal panorama, parece que la única gananciosa es la República Popular de China, quien aprovechando su condición ha obtenido provecho, desobedeciendo, con serena tranquilidad, las órdenes del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional, y sin hacer caso a las amenazas del gobierno de los Estados Unidos de América.
            A la mayor parte de los países los problemas les crecen, y su capacidad de enfrentarlos declina. La máquina para tomar decisiones mundiales desde EU parece estar trabada. Todo nos está llevando a una parálisis. Sólo China se sobrepone. Pero el éxito económico de los chinos empobrece a los trabajadores del resto del mundo. Y esto tampoco es solución. Y ante esta incertidumbre puede sobrevenir la guerra.