miércoles, 27 de enero de 2010

AGITAR EL AVISPERO

Insolvencia Moral
AGITAR AL AVISPERO

Por instrucciones del Presidente Felipe Calderón Hinojosa se empezó a trabajar la alianza electoral para los procesos electivos de este año 2010 entre el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, con la intención de ganarle al Partido Revolucionario Institucional la mayor cantidad de gubernaturas en juego, e ir debilitando sus fuertes posibilidades en la elección presidencial del 2012.
Ese proyecto, como la mayor parte de lo programado por el titular del Ejecutivo Federal, irá al fracaso, pues su verdadero propósito es retener la Presidencia de la República para el PAN, a toda costa, y no entregarla ni al PRI ni menos al PRD, se trate de los pocos que encabeza Jesús Ortega Martínez, y cuantimás si se tratara de los muchos que creen en Andrés Manuel López Obrador.
Y en su inhabilidad, el PAN perredista, y el PRD panista, han externado su satisfacción por el susto que le están sacando al PRI, cuando con su alianza, en los términos en que la plantearon, los únicos en desgaste son ellos mismos, los aliancistas, pues confiesan francamente su debilidad ante un PRI al que temen al grado y al tamaño de su amasiato político electoral desesperado.
Pronto se darán cuenta de su desliz, cuando observen la reacción política del pueblo ciudadano.
Más congruente y serio, al respecto, ha resultado López Obrador, con todo y que la Presidencia de Calderón ha gastado sumas millonarias en su contra, para desprestigiarlo, reducir sus foros, no publicitar sus opiniones, aplastarlo con burlas, y minarle a como dé lugar el número de seguidores. Andrés Manuel declaró que “retiraremos todo el apoyo del gobierno legítimo y del movimiento social que nos respalda a cualquier candidato del PRD, PT, y Convergencia, que vaya en alianza electoral con los partidos Acción Nacional o Revolucionario Institucional.
Así que la iniciativa del Presidente Calderón para una reforma política, también será una ruina. Beatriz Paredes Rangel, diputada y presidente del CEN del PRI, señaló que “tal iniciativa presidencial no pasará, pues lleva un tufo de autoritarismo”.
Pero en respuesta, el Presidente Calderón acusó: “Los opositores a la reforma política que propongo quieren mantener sus cotos de poder, están en contra del cambio, y relegan a los ciudadanos”.
Todos estos dimes y diretes, con mayor inteligencia y solidez unos que otros, forman parte de la natural lucha por el poder; y qué bueno que la querella sea de palabra, y no con balas, con acciones políticas y no a bombazos; empero, qué malo que el Presidente Felipe Calderón no se comporte como un jefe de Estado, sino como un ordinario activista de su partido, al que le aporta recursos de todo tipo, con el fin de no perder sus cotos de poder, de los que habla, porque los conoce, y por no querer un cambio que ayude al pueblo de México, sino sólo un cambio que le auxilie a él y a su partido, relegando a la mayoría de los ciudadanos de este país, protegiendo únicamente a los ciudadanos panistas o afectos a ellos.
Pero lo más grave es que no pocos actos de su gobierno revelan una insolvencia moral y, además, están agitando al avispero, sin ningún sentido.