lunes, 18 de enero de 2010

CABALLOS DE CARRUSEL


Cada Quien sus Problemas
CABALLOS DE CARRUSEL

            Haití es el país más pobre del continente americano. La Revolución Francesa lo convirtió en el primer territorio de América con abolición de la esclavitud; y ese gran movimiento histórico, entre otras causas, es un motivo de su atraso.
            Ahora la naturaleza lo ha devastado, auxiliándole en esa tarea de destrucción, a la que lo ha sometido la pobreza, la ignorancia y la explotación.  Es tiempo de socorrer a esa nación por todas las vías posibles, pero sobre todo a través de aquellas de tipo internacional que le puedan ayudar a establecer nuevas y mejores formas de organización social. Los poderosos del mundo se le deben a Haití
            Si la periodista de la BBC Madeleine Morris fuera a Haití, en este momento, a concluir su estudio sobre cuál es el problema mayor de la Humanidad, obtendría como respuesta segura que son los fenómenos naturales que suelen arrasar todo vestigio de vida humana.
            Pero según su encuesta, recién publicada en Gran Bretaña, la pobreza es el problema que más preocupa en todo el mundo, seguido por las enfermedades, por los precios de los alimentos, por los energéticos, por el terrorismo, y por el cambio climático.
            Desde luego la indagación sólo se hizo en 23 países; eso sí, de todos los continentes; empero, se observa que cada quien tiene sus propios problemas, y que tal investigación, por su estructura, indujo a un equívoco de fondo a quienes respondieron participando en ella. Ese error de origen es presentar como separados e independientes los problemas humanos, cuando tienen, entre sí, vasos comunicantes indiscutibles.
            Estados Unidos y sus aliados poderosos, por ejemplo, respondieron abrumadoramente que el mayor problema del mundo es el terrorismo, cuando éste tiene su etiología clavada de manera clara y precisa no sólo en la explotación y en la miseria, sino en una nata madre de terrorismo que genera la soberbia de los poderosos al través de su fuerza bruta aplicada sin ninguna misericordia.
            El cambio climático, tan elegido por Latino América, no es ajeno a una voraz forma de producción que conlleva el desprecio por la naturaleza y por el propio hombre, el que únicamente se ve como un ser que aporta la mano de obra, que debe ser barata y obediente.
            Sin embargo, independientemente de las fallas que pueda tener la pesquisa, me parece que aporta un foro importante para que la gente hable ante el mundo y diga su verdad sobre cuál es el problema de mayor envergadura en su entorno.
            Pronto debe abrirse, un foro así, para que también se escuchen voces que externen, de manera simple, cuál es el rumbo, la dirección que deben tener las posibles soluciones a tan graves problemas que la Humanidad está sobrellevando.
            Y si esto se hace a nivel mundial, bien lo podemos repetir, mejorándolo en su estructura, en sus puntos de inicio, en sus enfoques, en sus métodos y fines, en cada país, en cada Estado, en cada Municipio, en cada población. Y no para convertirlos en tíos vivos o en caballos de carrusel, a efecto de espectáculo, sino en instrumentos prácticos para mejorar la calidad de la vida.