PRD, Clero, y PAN
METAMORFOSIS SIN SUSTENTO
La fotografía es clara y elocuente, y el texto que se publicitó en todos los medios masivos de comunicación no deja lugar a dudas. En recinto católico se encuentran reunidos el gobernador Leonel Godoy Rangel, el senador Carlos Navarrete Ruiz, Presidente de la Mesa Directiva de la llamada Cámara Alta del Congreso de la Unión, y el también senador Silvano Aureoles Conejo; y los recibe, como un anfitrión gentil, el arzobispo Alberto Suárez Inda.
Seguramente elaborada y revisada por las partes, la nota periodística expresa: “Con esta reunión prepara el PRD la operación cicatriz con la Iglesia Católica, después de varias semanas de enfrentamientos verbales y comunicados derivados de la reforma que permite los matrimonios entre personas del mismo sexo en el Distrito Federal… se reunieron para el efecto de que la dirigencia del PRD sea recibida por la Conferencia del Episcopado Mexicano en la Ciudad de México…”
Y desde luego destacaron como titulo de la nota: “El Estado Laico no está a discusión”, lo que hace pensar en la antigua, popular, y veraz sentencia: de lo que presumes careces, ya que quien afecta con su conducta la laicidad del Estado Mexicano, es el primero que, nervioso, la levanta como un biombo para encubrir su falta.
La laicidad es una esencia del Estado Mexicano, la que le permite mantenerse por completo ajeno a cualquier doctrina religiosa, con las consecuencias de hecho y de derecho que esto trae consigo, según se desprende del texto del artículo 3º de nuestra Carta Magna; pero quien busca solamente votos, aun a costa de su Declaración de Principios, le vende el alma a quien sea con tal de satisfacer sus ambiciones.
Por otra parte, una visita de esta naturaleza, y para ese fin, a horas laborables, ¿cómo la justifica el gobernador de Michoacán?, cuando él es gobernador de todos los michoacanos, y no sólo del PRD. Y lo mismo podemos preguntarles a los dos senadores, quienes legalmente son representantes ante el Congreso de la Unión de sus respectivas Entidades Federativas, y uno de ellos presidente de la Mesa Directiva del Senado: ¿el pueblo de México les paga para que representen al PRD?, partido político de todos nuestros respetos, pero que legalmente tiene su propia dirigencia tanto nacional como estatal; y estos dirigentes no estuvieron en dicha reunión de notables.
¡Qué revueltas están las cosas!, pero sobre todo que confusiones generan los poderosos de este momento con sus actitudes incongruentes e ilegales. Que el gobernador de Michoacán represente ante el arzobispo Suárez Inda al PRD, para pedirle que ese partido sea recibido por el Episcopado Mexicano, es un equívoco; como también es un error de los dos senadores, en cuanto tales.
Al anterior desconcierto se suma la anunciada alianza del PAN con el PRD en algunas elecciones estatales en este año 2010, como en los casos de los Estados de Hidalgo, Oaxaca, Puebla, y Durango, “pero siempre y cuando se reconozca como Presidente a Felipe Calderón Hinojosa, siempre y cuando la alianza no sea con gente de Andrés Manuel López Obrador, siempre y cuando…”
No cabe duda de que están padeciendo, quienes ejercen el poder, una insana metamorfosis sin sustento, carente de razón, y peligrosa para todos.
