lunes, 15 de febrero de 2010

UNA MEDIOCRIDAD FELIZ


Al Menos Hubo Informe
UNA MEDIOCRIDAD FELIZ
                                                                                 
            Estaba anunciado para las 11 horas del día 14 de febrero del 2010 el Segundo Informe de Gobierno de la administración de Leonel Godoy Rangel, y habían dado las 11.30 horas de ese Día del Amor y la Amistad y no daba comienzo dicha ceremonia.
            Habrá que recordar que la puntualidad refleja la disciplina indispensable de una buena educación, y que ésta se fomenta y realiza no con palabras, sino con claros y pertinentes ejemplos.
            Lo mejor del Informe fueron sus asistentes, y el recinto. Entre los presentes encontramos gente distinguida, con invitación previa y escrita algunos de ellos, y los otros fueron personal traído improvisadamente y de emergencia para cubrir los vacíos en el sitio. Los dos grupos de espectadores, respetables ambos, representaron a una población que poco o nada se interesa ya por este tipo de actos, lamentablemente. Pero, en fin, al menos hubo informe, con manifestantes por fuera del recinto, lo que hizo complicado el acarreo.
            La pérdida de interés por los informes de gobierno tiene por causa, entre muchas otras, las múltiples mentiras que ahí se pronuncian. Frente a una realidad diferente que todos los michoacanos perciben a través de sus cinco sentidos, la que les hiere en carne propia, y la que procesan en sus reflexiones, el discurso escrito por otros, pero leído cibernéticamente por el titular del Poder Ejecutivo, aparentando que sabe hablar sin tener nota escrita en frente, dice lo contrario a lo que vive y sufre la población.
            El Teatro Morelos, como todo el complejo del Centro de Convenciones que ahí lo rodea, forma parte de una obra pública en la que diversos gobiernos estatales y municipales participaron. Servando Chávez Hernández inició la obra pública en ese complejo, con el orquideario y el planetarium. Carlos Torres Manzo dejó significada huella en el sitio, siendo el propio teatro citado obra de su gobierno. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano autorizó la construcción del hotel que ahí se encuentra. En el gobierno de Víctor Manuel Tinoco Rubí se edificó la requerida sala de exposiciones y eventos.
            Así que ese teatro sigue siendo de excelencia y, por ende, habiéndose habilitado como recinto legislativo para los efectos de ese Segundo Informe, el lugar fue de lo más destacado del evento.
            Algo también digno de comentarse es la brevedad sobria y pertinente de la respuesta dada por la Presidente del Honorable Congreso del Estado, diputada María Guadalupe Calderón Medina, al Informe entregado por escrito por parte del gobernador Leonel Godoy a esa representación popular, y a la opacidad del discurso que éste leyó cibernéticamente durante cerca de 48 minutos, sin utilidad y necesidad cual ninguna.
            Algún día, y ojalá sea pronto, esa sesión de Congreso para que el ciudadano gobernador presente ante esa soberanía popular el informe que manifieste el estado que guarda la Administración Pública será una simple sesión eficaz de trabajo republicano, de utilidad práctica para todos, y dejará de ser una ceremonia ritual, del Medioevo, festiva, dedicada a la egoteca del gobernante en turno, en donde se suelen aplaudir las mentiras de una mediocridad feliz que ejerce cerca de 45 mil millones de pesos anualmente, gasto que debe probar ante un Congreso honorable.