miércoles, 10 de septiembre de 2014

Recordando a Mark Twain
ALGO SOBRE PERIODISMO
        En mi adolescencia gocé las lecturas de Mark Twain, (1835-1910) quien realmente se llamó Samuel Langhome Clemens, y quien fuera un popular escritor, orador, y humorista, de los Estados Unidos de América.
        Él aseveró con todo acierto: "La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz, la risa." ¡Y vaya que me ganaba la hilaridad ahora que releí su ensayo PERIODISMO EN TENNESSEE.
        Se trata de un periodista gringo del norte que, por disposiciones de su médico, busca un mejor clima para su quebrantada salud. Encuentra, así, la oportunidad en el sur, en Tennessee.
        Consigue el puesto de subdirector en el Gloria Matinal, y él mismo narra con simpleza y sentido del humor todas las peripecias que vivió en ese cargo.
        El director del periódico es todo un personaje sureño. De esos que suelen estar sentados reclinando su silla hacia atrás para poner sus botas encima de su escritorio, con un cenicero repleto de colillas de cigarros a medio fumar sobre la mesa de trabajo, y siempre con un tabaco encendido entre sus labios.
        La primer tarea que le encomienda es leer todos los periódicos de la ciudad, con el fin de resumirle en pocas cuartillas el "Espíritu de la Prensa de Tennessee", lo que nuestro personaje realiza con todas las normas éticas y diplomáticas del estilo bostoniano.
        Y cuando el contratado le entregó el proyecto al director, éste "le echó un vistazo y se le ensombreció la cara... No era difícil ver que algo no funcionaba. Finalmente se puso de pié de un salto y dijo: ¡Rayos y centellas! ¿Se imagina que voy hablar así de estas personas ¿Cree que mis suscriptores van a tolerar semejante mejunje? ¡Déme la pluma! Nunca vi a una pluma arañar el papel con tanta crueldad, ni a un hombre tachar los verbos y adjetivos de otro de manera tan implacable. Mientras estaba a la mitad de la tarea, alguien le disparó a través de la ventana abierta, y estropeó la simetría de mi oreja..."
        Y a partir de ahí el recién llegado del norte americano, quien antes vivía en civilizada paz con las inglesas costumbres de aquellas aristócratas regiones, padeció la existencia sureña del periodismo de aquellos tiempos.
        Duelos, bombas, atentados, incendios, injurias, puñetazos, patadas, balazos, luchas violentas entre los periodistas, entre los lectores y los directivos del diario, entre los políticos locales y los reporteros, ataques al periódico y a sus trabajadores por parte de los citados en las informaciones y artículos. Pero todo esto narrado con una gracia que incesantemente provoca la risa.
        Así que quien fue al sur de los EU, a recobrar su salud diezmada, terminó malherido en el hospital de aquella población llamada Tennessee, y renunciando irrevocablemente a ese cargo de subdirector de un periódico tan peligroso.
        "Vine al sur por mi salud, y por el mismo motivo lo abandono, y enseguida. El periodismo en Tennessee es demasiado excitante para mí."
        Y, ¿cómo andará el periodismo mexicano, y el michoacano?