sábado, 20 de septiembre de 2014

Nuestra América
ASUNTO DE LA INDEPENDENCIA
        La Casa de las Américas, ameritada institución cultural de la República de Cuba, publicó en marzo de 1979 Tres documentos de nuestra América, calificados por los editores como "textos mayores", y dándolos a conocer en español, portugués, francés e inglés.
        De Simón Bolívar se editó la Carta de Jamaica, misiva fechada el 6 de septiembre del año 1815 en Kingston, y que dirigió innominada ese héroe a: "Muy señor mío", pero las investigaciones posteriores han conducido a un inglés de nombre Henry Cullen, avecindado en Falmouth, en la costa norte de Jamaica, y de quien esperaba la diera a conocer al gobierno británico para que ayudase en la empresa libertadora.
        De la carta se desprende que Henry le había ofrecido auxilio de la Corona Inglesa, pero le pedía a Bolívar datos de tipo geográfico, histórico, económico y estadístico, por lo que tuvo que expresar el libertador: "... es imposible responder a las preguntas con que V. me ha honrado. El mismo barón Humboldt con su universalidad de conocimientos teóricos y prácticos apenas lo haría con exactitud, porque aunque alguna parte de la estadística y revolución de América es conocida, me atrevo a asegurar que la mayor está cubierta de tinieblas..."
        Y en otra parte Bolívar indica: "Tres siglos ha, dice V., que empezaron las barbaridades que los españoles cometieron en el grande hemisferio de Colón. Barbaridades que la presente edad ha rechazado como fabulosas, porque parecen superiores a la perversidad humana..."
        Recordando que si a los emperadores y reyes indígenas los torturaron y asesinaron cruelmente, a todos los demás originales de estas tierras los trataron peor que animales. Y hace cita de Moctezuma, Atahualpa, Cuauhtemotzin, y de manera especial menciona a "Catzontzin, rey de Michoacán".
        Agregando: "Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grandes nación del mundo... La metrópoli, por ejemplo, sería México, que es la única que puede serlo por su poder intrínseco..."
        El segundo documento es de José Martí, un cubano universal que quienes lo conocieron dicen que al hablar y al escribir desprendía de sus labios luz y de su pluma talento. A mí me hubiese gustado conocerlo, de no haber nacido yo demasiado tarde para ello.
        Martí quiso, en su ensayo filosófico político Nuestra América, de 1891, despertar la conciencia de sus contemporáneos: "Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal..."
        Y hace un llamado a América, desde el Bravo hasta Magallanes, para que despierte, y se desprenda de lo aldeano, dándole ideas valiosas que fueron, son y serán, "la semilla de la América nueva".
        El tercer documento es la Segunda Declaración de la Habana, presentada por Fidel Castro en 1962, sobre la que espero pronto hacer comentarios.