lunes, 28 de abril de 2014

Los niños de la Tierra
NACIERON PARA SER FELICES
        Mañana, 30 de abril, es Día del Niño. No es necesario decir que es día del niño y de la niña a la forma errónea y grotesca que puso como mala moda un Presidente de la República de cuyo nombre no quiero acordarme.
        El término "niño" incluye, en principio, tanto gramatical como lógicamente a esa noble parte femenina de la infancia humana.
        Esa primavera de nuestra especie, por edad, tiene su día como un recordatorio anual, pero todos los días del año son del niño, bajo el acertado axioma de José Martí: "Todos los niños del mundo han nacido para ser felices".
        En Michoacán todos recordamos esa orientación valorativa. Un ambiente de felicidad debe estar al alcance de todo infante; ésta es la meta, éste es el propósito irrenunciable que debemos tener cada uno de los michoacanos.
        Ese fin axiológico no es cosa del gobierno; es convicción de cada una de las familias, de cada una de las personas que integran a este núcleo inicial de agrupación humana. Un buen gobierno cumple al cuidar que esta atmósfera asegure la felicidad de los niños, conforme a los tiempos, espacios, y circunstancias, de cada uno de los peques.
        El gobierno federal y estatal han determinado estimular a los niños de todas las edades con festivales de carácter cultural formativo. La relevancia de estos eventos está ligada de manera inseparable a una política que, en esta materia, intenta coadyuvar a la resolución de los graves problemas que nos aquejan en Michoacán.
        La Compañía Nacional de Danza estará en Morelia, en el Teatro Morelos, ofreciendo dos funciones con el tema de Cri-Cri, la primera a las 12 horas, y la segunda a las 17 horas, siendo la entrada completamente gratuita. Esperemos que nadie se lo pierda.
        Empero, los ayuntamientos, los DIF municipales, muchas otras dependencias gubernativas, las institucionales de enseñanza escolarizada, y cada hogar, tendrán un estímulo para todos y cada uno de los delfines.
        ¿Cuáles serían los mejores incentivos para nuestra niñez en este tiempo?
        Entre otros, que sus padres se comprendan y se amen entre sí y, además, que instauren lo mejor de la vida para sus hijos, generando un constante ambiente de alegría en su hogar; que en sus escuelas haya clases todos los días fijados por el calendario, con enseñanza divertida, útil y práctica, con bases sólidas de tipo científico y con esencias culturales; que el poder público, junto con los poderosos en la economía, en fuerzas armadas, en religión, en medios masivos de comunicación, en cultura educativa, generen una eficaz productividad de bienes y servicios que provoquen desarrollo y empleo pleno en todo México, con una más justa distribución de la riqueza.
        Y todo lo anterior, con un pequeño agregado: lograr que todos los cerebros humanos de nuestro país respeten y hagan respetar los valores de la vida, la libertad, igualdad, propiedad, e integridad.
        ¡Feliz Día del Niño!