lunes, 14 de abril de 2014

Sor Juana Inés de la Cruz
VÍCTIMA DE LEYENDAS
        A la doctora Teresa Perdomo debemos agradecerle, públicamente, el que haya entregado a la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Michoacán una obra literaria inédita de su esposo Julius Schlusche, psicólogo titulado en la Universidad de Bonn, Alemania, y hace poco tiempo fallecido.
        El libro en cuestión ya se encuentra impreso bajo el título de Por una Sor Juana sin leyendas, y en sus propias anotaciones preliminares el autor nos dice "No inicié mi investigación con la esperanza de descubrir a la verdadera Juana Inés. Perseguí metas más modestas: examinar algunas interpretaciones psicoanalíticas y feministas de su vida y obra."
        Empero, su intención inicial topó con realidades que lo condujeron a fines superiores: el presentarnos una Sor Juana Inés de corazón abierto, víctima de leyendas inventadas por muchos; y por eso Julius nos propone, con razonamientos lógicos basados en hechos, que registremos la existencia de nuestra máxima poetisa al margen de todas esas invenciones.
        Fundamentalmente analiza la propia obra de Sor Juana, y los libros que sobre ella se han publicado, entre otros, el de Ludwig Pfandl, el de Octavio Paz, y el de Fedro Arias de la Canal. Aplica a todo ello no sólo el psicoanálisis de Sigmund Freud, sino sobre todo el método fenoménico de Edmund Husserl.
        Con clarísima precisión Julius considera que nadie, ni el Premio Nobel Octavio Paz, tiene derecho a inventar cosas ajenas a la vida y a la obra de Sor Juana Inés, ya que los hechos históricos son una cosa totalmente separada de la ficción.
        Por ejemplo, Julius señala: "Paz menciona que Dorothy Schons trató de comprender el feminismo de la poetisa. Ella la consideró como 'la primer feminista de América... ya he indicado mis reservas sobre el uso de este término: en el siglo XVII no existían ni la palabra ni el concepto.' Pero a pesar de sus reservas, sigue usando esta palabra en su libro. Si hubiera sido consecuente no la hubiera incluido permanentemente en su vocabulario".
        Y es verdad, a pesar del propio señalamiento de Octavio Paz, éste sigue aplicando el término de "feminista" a Sor Juana, incluso calificando así a sus redondillas, en donde censura a los hombres como "necios", y defiende a las mujeres, a quienes considera como acusadas "sin razón".
        Y a ese equivocado enfoque Julius bien ataja señalando que esto no puede ser "una de las piezas centrales de su feminismo", ya que "La sátira debe de verse en el cuadro general de la literatura de su siglo: (pues) fue una respuesta a las incontables sátiras contra la mujer que circulaban en su tiempo, muchas escritas por poetas famosos."
        Sobre la supuesta parte masculina de Sor Juana, Julius la destruye cabalmente con los mismos textos sorjuaninos y su vida, además de mostrar las inconsistencias de tales afirmaciones.
        Así que en poco más de 500 cuartillas Julius desvanece los mitos que sobre Sor Juana han creado.