Sor Juana Inés de la Cruz
VÍCTIMA DE LEYENDAS
A la doctora
Teresa Perdomo debemos agradecerle, públicamente, el que haya entregado a la
Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Michoacán una obra literaria
inédita de su esposo Julius Schlusche, psicólogo titulado en la Universidad de
Bonn, Alemania, y hace poco tiempo fallecido.
El libro en
cuestión ya se encuentra impreso bajo el título de Por una Sor Juana sin leyendas, y en sus propias anotaciones
preliminares el autor nos dice "No inicié mi investigación con la
esperanza de descubrir a la verdadera Juana Inés. Perseguí metas más modestas:
examinar algunas interpretaciones psicoanalíticas y feministas de su vida y
obra."
Empero, su
intención inicial topó con realidades que lo condujeron a fines superiores: el
presentarnos una Sor Juana Inés de corazón abierto, víctima de leyendas
inventadas por muchos; y por eso Julius nos propone, con razonamientos lógicos
basados en hechos, que registremos la existencia de nuestra máxima poetisa al
margen de todas esas invenciones.
Fundamentalmente
analiza la propia obra de Sor Juana, y los libros que sobre ella se han
publicado, entre otros, el de Ludwig Pfandl, el de Octavio Paz, y el de Fedro
Arias de la Canal. Aplica a todo ello no sólo el psicoanálisis de Sigmund
Freud, sino sobre todo el método fenoménico de Edmund Husserl.
Con clarísima
precisión Julius considera que nadie, ni el Premio Nobel Octavio Paz, tiene
derecho a inventar cosas ajenas a la vida y a la obra de Sor Juana Inés, ya que
los hechos históricos son una cosa totalmente separada de la ficción.
Por ejemplo,
Julius señala: "Paz menciona que Dorothy Schons trató de comprender el
feminismo de la poetisa. Ella la consideró como 'la primer feminista de
América... ya he indicado mis reservas sobre el uso de este término: en el
siglo XVII no existían ni la palabra ni el concepto.' Pero a pesar de sus
reservas, sigue usando esta palabra en su libro. Si hubiera sido consecuente no
la hubiera incluido permanentemente en su vocabulario".
Y es verdad, a
pesar del propio señalamiento de Octavio Paz, éste sigue aplicando el término
de "feminista" a Sor Juana, incluso calificando así a sus
redondillas, en donde censura a los hombres como "necios", y defiende
a las mujeres, a quienes considera como acusadas "sin razón".
Y a ese
equivocado enfoque Julius bien ataja señalando que esto no puede ser "una
de las piezas centrales de su feminismo", ya que "La sátira debe de
verse en el cuadro general de la literatura de su siglo: (pues) fue una
respuesta a las incontables sátiras contra la mujer que circulaban en su
tiempo, muchas escritas por poetas famosos."
Sobre la
supuesta parte masculina de Sor Juana, Julius la destruye cabalmente con los
mismos textos sorjuaninos y su vida, además de mostrar las inconsistencias de
tales afirmaciones.
Así que en poco
más de 500 cuartillas Julius desvanece los mitos que sobre Sor Juana han
creado.