lunes, 24 de junio de 2013

Reino Purépecha UNA NUEVA RELACIÓN DE MICHOACÁN

       Dicen, los que saben expresar aún cosas hermosas, que el Reino Purépecha era tan grande antes de la llegada de los españoles a estas tierras de lagos, pescado, bosques, mares, guerreros, y mujeres laboriosas y discretas, que todo ese conjunto era un atractivo, y causa de envidia para el gran imperio azteca.
        Cierto o no ese vínculo tenso entre los dos señoríos, las confrontas entre ambos fueron frecuentes, y el pueblo purépecha resultó indoblegable; sin embargo, de esas bélicas relaciones y de sus tiempos de paz ninguno pudo dejar registros escritos alfabéticamente, pues carecían de un sistema de letras que graficarán todos los sonidos de sus palabras orales.
        Hasta la llegada de los españoles con su alfabeto pudo la lengua purépecha escribirse, y todo el torrente de mitos, poemas, leyendas, pensamientos, historias, cuentos, y expresiones en general, colectivas, anónimas y orales, de nuestros pueblos de origen pudieron plasmarse en libros graficados con el abecedario de los vencedores.
        Por ello la Relación de la ceremonias y ritos y población y gobierno de los indios de la provincia de Michoacán, nuestro libro más antiguo fue escrito materialmente por el fraile franciscano Gerónimo de Alcalá, tomando como base todos los decires recabados, por él, de muchos purépechas, junto con códices de láminas pictográficas efectuados por los vencidos bajo la dirección de los vencedores.
        Así, con la carga de un brutal coloniaje de tres siglos, y con la incomprensión oficial de los gobiernos del México independiente, salvo etapas de excepción, los purépechas han sobrevivido a enfermedades desconocidas llegadas de Europa, a embates de la espada y la pólvora, a dogmas religiosos llenos de inquisición, a vicios de borracheras y drogas, a la ignorancia y a la explotación; empero, la fortaleza de su vitalidad y su talento incomprendido los ha conservado en la existencia, tanto física como culturalmente.
        En esa sobrevivencia los purépechas platicaron al padre Alcalá que cuando un cacique moría, el Cazonci o emperador preguntaba al pueblo correspondiente:
        "¿Quién debe ser nombrado sucesor del cacique muerto?"
        A lo que el pueblo respondía:
        "Señor, tú lo has de mandar".
        Y el Cazonci escogía "Al que tiene más tristezas consigo", como una poética manera de describir al hombre de mayor experiencia.
        Hoy me han pedido que presente una relación de cuentos escritos en idioma purépecha, la que constituye una parte de la antología de cuentos, en donde también se publican cuentos en lengua Hñahñu, Jñatrjo, y Náhuatl. Seguramente me han escogido a mí, para tan noble ejercicio, por observar que cargo un acervo incontable de tristezas, pero en mi caso, con la suficiente humildad para aceptar que delante de mí existen muchos con mayor experiencia para realizar satisfactoriamente este labor de prologuista.
        He leído esos ocho cuentos, y ellos me han hecho pensar en que para estos tiempos se requiere una nueva relación de Michoacán. Nos es tan necesaria como urgente.