miércoles, 19 de junio de 2013

El crimen organizado Y LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO

        La gran industria farmacéutica del mundo tiene como propósito, en su insana estructura, el que no se le mueran los enfermos, pero también el que nunca se alivien del todo; y los prósperos negocios en cada materia están organizados de similar manera.
        El día en que los enfermos mueran, o sanen definitivamente, las empresas de medicina quebrarán, ya que viven a expensas de los constantes y permanentes desmejorados en materia de salud.
        Otro ejemplo daré de nuestras torcidas formas de organización humana: ¿quién crea los virus para infectar a las computadoras? Atinó Usted, estimado lector, si responde que quien provoca virus es el mismo que vende los antivirus. ¡Excelente negocio es ése!; primero, infectar a las computadoras, para después vender el remedio, creando cada vez nuevos venenos cibernéticos, para sostener boyante a la industria de antivirus.
        Además, basta que una actividad humana sea altamente redituable para que inmediatamente se apoderen de ella los poderosos o los ricos, suponiendo que estos dos especímenes sociales no correspondan al mismo sujeto, pues en muchas ocasiones una persona es tan poderosa como rica.
        Esas formas de organización corresponden, también, al crimen organizado en su amplia variedad de ilícitos. Con sentido común se observa que su estructura tiene el mecanismo de toda empresa capitalista tanto internacional como nacionalmente.
        Tan redituable es actualmente el crimen organizado que los ricos y poderosos se han apropiado de él, sosteniéndolo, en el fondo, a como dé lugar. La atacan, sí, pero sin extinguirlo, pues si lo destruyen acabarían con su gallina de los huevos de oro.
        Y ese sistema, en procedimiento y contenido, tiene su profunda raíz clavada en los Estados Unidos de América. No pocos de nuestros males nos vienen del extranjero, y toman, rápido y furiosamente, carta de ciudadanía mexicana.
        Es fácil imitar el mal ajeno; cuesta mucho trabajo hacer propias las virtudes extranjeras.
        Las actuales comunidades armadas, en el México actual, se pueden clasificar en dos: unas, las que son auténticas, formadas con miembros conocidos de la población respectiva, y que según sus propias palabras están "hasta la madre" de ser explotados, humillados, robados, agredidos, violados, por grupos de criminales privados u oficiales; y, otras, las creadas por los propios delincuentes para generar confusión y prolongar su dominio.
        El problema es que ambos grupos armados se encuentran al margen de la ley; empero, un problema más grande es que las fuerzas del gobierno no quieren o no pueden acabar con las pandillas delincuenciales ni pueden ni quieren garantizar paz, trabajo y libertad a las comunidades, ahora armadas.
        Eso agudiza nuestras contradicciones, y nos conduce al estallamiento social, tan deseado por lo más negativo de nosotros y de sectores estadunidenses.
        Ante todo eso, la sociedad mexicana activa y unificada debe poner un hasta aquí. Ojalá el gobierno mexicano sepa hacer suyo este Sentimiento de la Nación.