lunes, 25 de junio de 2012

Verano del 2012 NUBES DE TORMENTA


           Resulta peligroso el mensajes made in López Obrador: "si hay imposición habrá revolución", cuando dogmáticamente se ha afirmado, previamente, que habrá imposición si no gana Andrés Manuel.
            Así, para que no haya imposición, debe triunfar necesariamente  el próximo domingo el PRD y su candidato a la Presidencia de la República.
            Dentro de esa lógica, perversa y equívoca, debe haber cambio; pero, según ellos, exclusivamente existirá el cambio con Andrés Manuel, ya que para él sólo hay dos caminos: el del mal y el del bien. La vía del bien es la de López Obrador; y, la otra, la del mal, la formamos todos los que no estamos con él.
            Por ende, él ya ganó, no importa que todavía no llegue el día de la elección. Es cierto que no pasa aún el día domingo 1o de julio del 2012, fecha asignada para que vayamos a votar, pero ya es el tabasqueño el próximo Presidente de México, según su propia versión.
            De "Presidente legítimo" de nuestro país pasa a ser simplemente Presidente de la República. Su primer sexenio es de 2006 a 2012; su segundo, de 2012 a 2018.
            Así de sencillo. Y no hay ninguna ilicitud ni irregularidad en ello. ¡Ah!, pero si no ganara el próximo domingo, entonces se desatará la revolución. Y si no les alcanza para una revolución, cuando menos han decidido hacer un gran desmadre.
            ¡Qué irresponsabilidad!, estando en este caluroso verano del 2012, en donde con las altas temperaturas se ven por doquier nubes de tormenta, las que nos hacen recordar esa parte del poema de la Suave Patria del jerezano Ramón López Velarde:
            "Truenos de temporal: oigo en tus quejas crujir los esqueletos en parejas, oigo lo que se fue, lo que aún no toco, y la hora actual con su vientre de coco. Y oigo en el trueno de tu ida y venida, oh trueno, la ruleta de mi vida."
            Época de esqueletos que crujen por montones, en donde oímos, vemos y sentimos, todo lo que se fue, lo que se ha ido, y se ha perdido.
            Y en donde vemos, también, y lo escuchamos, lo que nos espera en un futuro que aún no tocamos, pero que ya está aquí.
            Porque ese juego de los tiempos nos los está imponiendo la hora actual, con un vientre acuoso de coco que una vez que se descargue se quedará vacío, con una superficial carnaza de muy poco temple, y exclusivamente con dura y quebradiza cascara.
            Y entre los truenos de nuestras idas y venidas, irrelevantes las más, topamos con un destino trágico y pobre: la ruleta caprichosa de la vida.
            Pero esos elementos poéticos y proféticos, del ayer, están ya en una atmósfera moderna de cibernautas, con planos inclinados y desarrollada electrónica, en campaña política que cubre a todo México, tan costosa como sucia, tan inútil como tormentosa.
            Todo eso, a costa nuestra, y en contra nuestra.