lunes, 9 de abril de 2012

Saber Valorar OPCIONES REALES PARA ELEGIR


           Los ciudadanos de nuestro país, en número aproximado de 80 millones, tendremos que decidir quién será el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos este próximo 1o de julio. No permitamos, desde ahora, que un tribunal electoral supla a la voluntad popular.
            Dudo que un votante serio, responsable, y no comprometido previamente con algún partido político, descarte a Josefina Vázquez Mota por haber tenido un connato de desvanecimiento hace algunos días en evento público. Un incidente, así, no la descalifica.
            El hecho de que Andrés Manuel López Obrador se haya equivocado desde la tribuna de su propio mitin al afirmar que había como candidatos, para esta elección presidencial, "un hombre y tres mujeres", no lo inhabilita como opción para el votante.
            Nada impide a Gabriel Quadri de la Torre seguir siendo candidato en esta elección federal del 2012 por haber señalado que no conocía a Elba Esther Gordillo Morales, cuando quizá ésta tampoco lo conozca a él.
            Resulta sospechoso el que instigue a no votar por Enrique Peña Nieto por sólo haber nombrado tan superficialmente a la Biblia, cuando alguien sin malicia, y frente a cámaras de televisión, le preguntara los nombres de tres libros que más le hubiesen impactado.
            A cuestiones tan superficiales e irrelevantes no debemos valorarlas como el fundamental motivo de nuestro voto. ¿Quién no ha tenido de manera normal una baja presión inesperada en público?, ¿quién no ha padecido el extravío, ante un micrófono, al afirmar 1 en lugar de 3, y de señalar "mujeres" en lugar de "hombres", o algo equivalente?, ¿quién no ha cometido el olvido, táctico o involuntario, respecto de una persona que recién hemos visto?, ¿a quién no se le ha borrado por un instante los nombres de libros y de autores?
            Cuestiones de mayor importancia deben ser la causa de nuestro rechazo o de nuestra aceptación al momento de emitir nuestro sufragio.
            Como Presidente de México, ¿qué hará frente al actual desempleo?, ¿qué medidas tomará ante la violencia, inseguridad, crimen organizado y narcotráfico?, ¿qué determinaciones culturales y educativas aplicará en su sexenio?, ¿qué estructura económica impulsará en el país?, entre otros asuntos de grave importancia.
            Desde luego que también motivará nuestro voto el pensar, el decir, y el hacer, de cada uno de los prospectos; como a su vez contará, para ganar adhesiones, a quiénes escoja como sus colaboradores.
            Deben contar muchas otras cosas de los candidatos para lograr la confianza del elector; por ejemplo, su congruencia.
            A mí me parece más auténtico el López Obrador del año 2006. Muchos de sus razonamientos de hace 6 años yo los puedo suscribir; en cambio, ahora en el 2012 cuando he preguntado a diversas personas si creen en la metamorfosis sufrida por Andrés Manuel, no he encontrado a nadie que me diga que sí cree en esa transformación sincera.
            Nuestras opciones reales son cuatro, y sobre ellas debemos valorar con responsabilidad.