miércoles, 14 de marzo de 2012

Lázaro Cárdenas y Franklin D. Roosevelt EL COLONIAJE DE MÉXICO SIGUE SU MARCHA

     Gastón García Cantú escribió el prefacio a la edición inicial de los apuntes dejados, por Lázaro Cárdenas del Río: "El estilo de Cárdenas es claro, preciso, vigorosamente coloquial; conveniente al asunto tratado"; a lo que me permito agregar, como lector de esas anotaciones publicitadas, que lo escrito por el general Cárdenas denota a una persona natural, sincera, y de sentido común.
     Por eso el 18 de marzo del año 1938 simplemente escribió quien fuera el Presidente de México en esa fecha: "En el acuerdo colectivo celebrado hoy a las 20 horas comuniqué al Gabinete que se aplicará la ley de expropiación a los bienes de las compañías petroleras por su actitud rebelde, habiendo sido aprobada la decisión del Ejecutivo Federal."
  Prosiguiendo en su nota: "A las 22 horas di a conocer por radio a toda la Nación el paso dado por el Gobierno en defensa de su soberanía, reintegrando a su dominio la riqueza petrolera que el capital imperialista ha venido aprovechando para mantener al país dentro de una situación humillante."
     En rededor de Lázaro Cárdenas del Río había todo un equipo, un pueblo, y una circunstancia nacional y externa altamente condicionante. Así se explica que él escriba: "En el acuerdo colectivo". Y es que el demócrata, cuatro veces electo Presidente estadunidense, Franklin Delano Roosevelt fue promotor de esa expropiación, ya que la Segunda Guerra Mundial estaba encima, la mayoría de las empresas expropiadas eran europeas, y la Standard Oíl, la única americana, fundada y comandada por John D. Rockefeller, al igual que su aliado Henry Ford, era mercantilista, antisemita, y pro nazi.
     Por eso también leemos en el mensaje expropiatorio del Presidente Cárdenas a la Nación: "Y como pudiera ser que los intereses que se debaten en forma acalorada en el ambiente internacional, pudieran tener, de este acto de exclusiva soberanía y dignidad nacional que consumamos, una desviación de materias primas, primordiales para la lucha en que están empeñadas las más poderosas naciones, queremos decir que nuestra explotación petrolífera no se apartará un sólo ápice de la solidaridad moral que nuestro país mantiene con las naciones de tendencia democrática, y a quienes deseamos asegurar que la expropiación decretada sólo se dirige a eliminar obstáculos de grupos que no sienten la necesidad evolucionista de los pueblos, ni les dolería ser ellos mismos quienes entregaran el petróleo mexicano al mejor postor, sin tomar en cuenta las consecuencias que tienen que reportar a las masas populares y a las naciones en conflicto”.
     Esa coyuntura histórica, internacional y nacional, fue bien utilizada por la generación de políticos mexicanos comandada por Lázaro Cárdenas del Río, entre los que se encontraban: Francisco J. Múgica, Gustavo Corona, Eduardo Suárez, Raúl Castellano, Antonio Villalobos, Enrique Calderón, Efraín Buenrostro, y Manuel Santillán. ¡Honor a ellos!, aunque nuestro coloniaje sólo cambio de amo.
     Hoy nuestro petróleo nos hace más dependientes de los EU, petrolizando insanamente a nuestra economía, cuando en manos de una generación inteligente, patriota, y valerosa, sería un gran instrumento de desarrollo en todos los órdenes.