Lo oí por radio
despedirse, con voz cansada, pero con temple de dignidad. En mi caso, echo de
menos sus independientes y sólidos comentarios.
Él, Granados Chapa,
personificaba muy bien parte de lo mejor que tenemos todos los mexicanos. La
Plaza Pública, ahora, se encuentra desolada, pero pletórica de buenos
recuerdos.
Formulado el homenaje a
Miguel Ángel, paso a hacer análisis de una actitud recurrente que, en forma lamentable,
utiliza el señor gobernador Leonel Godoy Rangel cada vez que recibe
señalamientos críticos por sus equívocas determinaciones.
La más reciente
manifestación en donde repite esa confusa conducta, de auto defensa, se
encuentra en la inserción pagada, con el dinero de todos los que somos
contribuyentes, y en donde expresa: “Nuevamente, a través de un desplegado de
prensa, los Diputados locales del PAN, injurian y calumnian al Gobierno del
Estado…”, cuando las referencias acusatorias van dirigidas a él, y no al
gobierno del estado ni al estado.
Debe diferenciarse lo
que es el gobernador, como titular del Poder Ejecutivo del Estado, de lo que es
el Estado de Michoacán como una de las 31 entidades federativas que constituyen
al país, y de lo que es el Gobierno del Estado como la suma de los tres poderes
que lo conforman: Legislativo, Ejecutivo, y Judicial.
En el caso, es claro
que las reprobaciones se encaminan en forma precisa al gobernador Godoy Rangel,
salvo que él desee repetir el engaño absolutista que se atribuye a Luis XIV, el
Rey Sol: "L'État, c'est moi", o sea, quien ataque al Estado me ataca a mí, quien me ataque a
mí ataca al Estado, porque el Estado soy yo.
La SHCP ya explicó a
detalle el problema financiero del gobierno del estado por su sobregiro, y sus enormes
deudas, pues sólo las registradas ascienden a 15 mil millones de pesos. Y
frente a documentos públicos, los motivos electorales exclusivamente son
perversidades por añadidura.
Lo único salvable del
texto de esa inserción pagada es lo que corresponde a un deber de todo
michoacano: “defender los derechos de los michoacanos a un reparto justo y
equitativo de los recursos que le pertenecen a la Nación”. Todos debemos de
estar de acuerdo en esto.
Pero, logradas esas
participaciones justas, no debemos permitir que ningún gobierno, ni ahora el
perredista, haga mal uso del erario, desperdiciándolo en gasto corriente al
triplicar la burocracia para pagar favores electorales, al gastar ilícitamente
sin recato cual ninguno en las campañas de Silvano, Genovevo, y Cía, al no probar
en qué se gastaron más de 20 mil millones de pesos obtenidos por deuda pública,
dejándonos endeudados por cerca de medio siglo.
El primer voto de
castigo, el 13 de noviembre próximo, será para el PRD.