lunes, 4 de abril de 2011

CASA DE MUÑECAS

Marisela a la PGR
CASA DE MUÑECAS                                                                              
            El cargo de Procurador General de la República quedó sin titular. Con la llegada del mes de abril salió de tal dependencia Arturo Chávez Chávez, bajo la modalidad formal de una renuncia. Sobre este despido el periódico Milenio, por nota de Néstor Ojeda, nos da la versión “del fatídico triunfo del gran mandamás e inefable Genaro García Luna”.
            Empero, desde hace meses, en los Estados Unidos de América se habla de la conveniencia para que la subprocuradora de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, (SIEDO) Marisela Morales Ibáñez, ocupe el máximo cargo de esa monopolizadora de la acción penal federal en nuestro país.
            La opinión sugerente del sector femenino del gobierno gringo es algo más que un insinuante mandato, por lo que se ha cristalizado la propuesta del Presidente Felipe Calderón Hinojosa, ante el Senado de la República, para que la Abogada Morales Ibáñez sea ratificada como Procurador General de nuestro país.
            Independientemente de su supuesta capacidad, estudio y honradez, lo que pesa más a su favor, lamentablemente, es que es mujer, es que aparece en fotos de calendario con la secretaria de Estado Hillary Clinton, con la procuradora Janet Reno y, como si fuera poco, con la primera dama  de EU Michelle Obama, y todas como un ramillete de chicas en página de sociales, o como si formaran parte de una casa de muñecas, en donde a nuestra paisana le entregan el “Premio Internacional a Mujeres con Coraje”.
            Desde luego lo anterior sólo es una fachada atractiva, ya que lo que más temen de Marisela Morales los partidos políticos de oposición es su activismo panista, tan sufrido y a la vista. Y de ser cierto esto, la Procuraduría General de la República quedaría desnaturalizada con su presencia en la titularidad de la dependencia.
            Así que subrayo tres perspectivas del caso: su llegada como procurador es para entregar indirectamente esa dependencia a quien es secretario de Seguridad; su llegada implica una cuota de género exigida por las mujeres poderosas de los EU; su llegada tiene tintes políticos electorales a favor del PAN; o quizá, todas esas circunstancias han operado para la propuesta, bajo la base de una real o supuesta capacidad y honradez.
            La senadora Claudia Corichi García, militante del PRD, aseguró ante varios medios masivos de comunicación que “el hecho de que llegue una mujer a la Procuraduría General de la República será un enorme avance para México”. Tan equivocada postura es muy común, y deplorable. Hay hombres corruptos, incapaces, vendepatrias, flojos, de la misma manera que existen mujeres con esos mismos defectillos. No es cosa de que a los cargos públicos lleguen mujeres u hombres, sino que a ellos deben acceder los mejores seres humanos, independientemente del género.
            Henrik Johan Ibsen, (1828-1906) dramaturgo y poeta noruego, es de los primeros pensadores que en la época moderna nos dio luces sobre ese problema de género en su exitosa obra de teatro Casa de Muñecas, en la que a través de la protagonista Nora, ante todo lo masculino que la rodea, incluyendo a su padre y a su esposo, denuncia como la mujer de su tiempo y de su espacio no es más que un simple objeto, que es necesario desobjetivizar.
            Y todavía hoy, entre otras tareas de este siglo XXI, ese sigue siendo un quehacer cotidiano, cuidando que ni el hombre ni menos la mujer objetive de esa manera a ninguna de las dos partes en que se expresa, natural y culturalmente, el ser humano.
            Por otra parte, tantos cambios en la PGR, en un mismo sexenio, revelan deficiencia, tacha de seres humanos, con independencia de su sexo.