miércoles, 20 de marzo de 2013

Estado Laico; Petróleo Nuestro QUE NADIE DESCONFÍE DE LA PRIMAVERA

        Lo mejor siempre llega con la primavera; acaso por ser la primera verdad, o por ser una estación que hace brotar, de la naturaleza, sus óptimas y renovadas substancias, y sus supremos colores.
         Con la primavera llegó Benito Juárez, la personalización de un grupo de mexicanos que supo con talento y audacia establecer el inicio de un estado mexicano civil y laico que, logrando su desarrollo, aún sufre estertores de un clericalismo disparatado.
        Hoy, con la primavera 2013, reafirmamos a México como un Estado laico, con educación laica, y no por dogma, sino porque es, ahora, el único camino para el desarrollo de todo mexicano.
        Cuando el fenómeno educativo se pliega a cualquier dogma religioso, la educación se atrofia, la investigación científica se detiene, la tecnología no existe, y la ética como hazaña de la libertad queda encarcelada. Históricamente esto le pasó a la Europa del sur al imponer ese dogma en contra del renacimiento.
        En cambio, la Europa del norte desarrollo el renacimiento, y con él a la investigación, la ciencia y la tecnología; por eso, entre otras razones, el sistema científico europeo del norte domina al sur.
        El fenómeno religioso, parte connatural del Hombre, debe ser tratado y estudiado con todo respeto por la ciencia y la filosofía, con la dignidad que imponen las nuevas primaveras.
        Una generación de mexicanos personalizada por el Presidente Lázaro Cárdenas del Río expropió, en el cercano advenimiento de la primavera de 1938, a las compañías extranjeras que explotaban al petróleo y a los trabajadores mexicanos.
         El mensaje del Presidente Cárdenas anunciando aquel acto expropiatorio sigue siendo vigente. Al referirse a aquellas compañías extranjeras y explotadoras dijo: "Han tenido dinero, armas y municiones para la rebelión; dinero para la prensa antipatriótica que las defiende; dinero para enriquecer a sus incondicionales defensores; mas para el progreso del país, para encontrar el equilibrio mediante una justa compensación al trabajo... no hay dinero ni posibilidades económicas ni voluntad para extraerlo del volumen mismo de sus ganancias."
        Hoy, con la primavera 2013, reafirmamos a nuestra Nación como la única propietaria de nuestros hidrocarburos, como estanco o monopolio estatal justificado. ¡Que a nadie se nos olvide!
        Cierto, Petróleos Mexicanos debe modernizarse, para ser una empresa libre de corrupción, tanto gubernativa como sindical.
        Cierto, PEMEX debe transformarse, pero jamás caer en manos de la iniciativa privada, menos si ésta es deshonesta. Modernizar no es privatizar a la corrupción, ya que ésta, venga de donde venga, debe ser extirpada.
        Modernizar a PEMEX es poner a gente capaz y patriota a dinamizar eficaz y honestamente a dicha descentralizada, tomando en cuenta, para bien de México, el desarrollo de nuevas fuentes energéticas.
        No desconfiemos de la primavera; esa primera verdad que está adviniendo. Hagamos que con ella brote lo mejor de nosotros.