Todos
sabemos que se llama Felipe, y no Vicente, aunque por muchas entidades
federativas ya nada más le dicen Lipe, por haberle perdido la fe, según un
decir muy común entre gente del pueblo.
Pero,
en fin, después del desaguisado, Ernesto jala de los pelos su propio error, y
aclara muy orondo: “Yo no me equivoqué. Dije bien, al afirmar que venía la era
de “Vicente-Calderón-Cordero”. Con esta aclaración mentirosa pretendió cubrir
su pifia, haciendo, además, una chunga de mal gusto para los dos primeros
mencionados.
Pero
de jaladas a jaladas, y de pelos a pelos, hemos leído con sorpresa lo que
declaró el titular de la SIEDO, José Cuitláhuac Salinas,
al señalar que la “PGR no detallará indagatoria contra
ex gobernadores, ya que debe haber secrecía en la
investigación contra Manuel Cavazos, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández,
puesto que está en curso la averiguación”, según nota periodística.
¿Desde cuándo la SIEDO es vocera de la PGR? ¿Quién dio a
conocer a todos los medios masivos de comunicación esa indagatoria?, pues al
haberse difundió, pública y masivamente, perdió
toda secrecía; o, ¿a qué le llaman secrecía?
También Andrés Manuel López, aprovechando el tema, lanza
su propuesta imprecisa al proponer la creación de una nueva policía federal que
"serene al país". Sacar al sereno a México, y con estos fríos, no le
haría nada bien al pueblo.
Pero podría suponerse que lo que quiso manifestar es que
la nueva policía que él impulsará, va a poner en tranquilidad a la Nación,
cuando los que deben tranquilizarse, en primerísimo lugar, son los policías.
Sin embargo, quien utilizó la frase "jaladas de los
pelos", recientemente, fue Carlos Slim, el hombre más rico del mundo,
de quien señalan que "hasta en calcetines hace ruido"; y es obvio,
con ese dineral debería de hacer no únicamente bulla, sino cosas mejores.
Considera Carlos Slim que
el informe sobre las telecomunicaciones en México, que presentó la OCDE el
lunes pasado, contiene datos "falsos y mentirosos", así como cifras
"jaladas de los pelos".
El
accionista principal de Telmex y Telcel refuta que el país pierda más de 25 mil
millones de dólares al año por altos precios de los servicios, ya que esas dos
empresas "únicamente venden 17 mil millones de dólares en ese lapso”, lo
que a la vista no es razón suficiente para el desmentido que pretende.
No
siempre las pérdidas reales de los usuarios corresponden exactamente a las
ganancias declaradas por los empresarios; y las dos empresas citadas por Slim
no son las únicas que operan en México.
Pero
lo que se observa es el choque entre Slim y José Ángel Gurría, mexicano
director de la OCDE. Y ahí, son jaladas de dinero.