Muchos
mexicanos ven a la institución del "fuero" como un mal, porque los
medios masivos de comunicación los han inducido a ello; agregado, a lo anterior,
por el mal uso que de su fuero han hecho los pésimos funcionarios públicos.
Sin
embargo, el fuero tiene sentido, y justificación, ante la peligrosidad de la
prepotencia y la intolerancia de los poderosos. Desde luego que si esa amenaza
autoritaria no existiera, el fuero constitucional dejaría de tener su fuente
real de derecho.
Y
si Godoy Rangel busca tener de nueva cuenta fuero, al concluir su cuatrienio
como gobernador de Michoacán el último segundo del día 14 de febrero próximo,
es por el temor de sufrir, justa o injustamente, afectación en su libertad, por
un latente desgobierno federal, al margen del derecho.
Las
filosas diferencias entre el Presidente Felipe Calderón Hinojosa y el
gobernador Leonel Godoy son de sobra conocidas, y todos los michoacanos las
hemos padecido; unos culpan al primero, y otros al segundo, pero la mayoría los
señala a ambos como corresponsables.
Beatriz
Pagés Rebollar ha descrito asertóricamente en sus editoriales a Felipe Calderón
como "un hombre que lleva la desconfianza en los genes... principal
desestabilizador y causante de la división nacional"; y, Julio Scherer
García en los avances de su nuevo libro, publicados en Proceso, lo describe,
entre otras linduras, como "autoritario e intolerante".
Con
independencia de los defectos de Leonel Godoy, ahora, él es la parte débil en
relación al Presidente, y sin fuero se encontraría a merced de un poderoso con
las características descritas, por lo que, llegado el caso, ante cualquier
despotismo, todos tenemos que exigir que se cumpla estrictamente el derecho,
sin menos, pero sin más.
Así,
es conveniente reflexionar sobre los términos que el gobernador Godoy ha
manifestado en su decisión de regresar a la curul senatorial, la que desairó y
abandonó, bajo la modalidad de pedir licencia para venir a la gubernatura de Michoacán:
"Deseo aportar mi experiencia de gobernador al Senado, en muy diversas
áreas, ya que soy especialista en derechos penal, y en la equidad de la
distribución presupuestaria..."
En
realidad, es muy poco lo que en esas materias puede aportar al Senado de la
República; en cambio, sería muy interesante que fuera él a explicar cómo se
puede dejar en quiebra a una entidad federativa en un cuatrienio, minando todas
las dependencias días antes de la entrega.
Por
lo demás, sigo pensando que el fuero es lo que busca, y no sin razón, por los
tiempos autoritarios en los cuales se vive.
Al
despedirse de sus colaboradores volvió a lanzarles una adjetivación desangelada: "ustedes
son de bajo perfil mediático, pero de alto perfil operativo", ¡vaya
agradecimiento!