miércoles, 6 de julio de 2011

Dan Pena POLÍTICOS DE ALCANTARILLA

             En la actividad política siempre ha existido la suciedad; pero nunca ha existido tanta porquería en ella como en estos tiempos.
         La discreción y el cuidado de las formas eran valores importantes para la conducta humana, básicos, necesarios, sin los cuales no se podía participar, al menos públicamente, en este tipo de actividades.
            Ahora, salvo excepciones, lo peor de la sociedad participa. Hacen sus porquerías y luego se lanzan entre sí las excreciones.
            Generan primero sociedades de delincuentes, y luego se denuncian unos a los otros. Las ventas de votos y apoyos para llegar al poder son cínicamente pagados con cargos públicos: ISSSTE, Lotería Nacional, Secretaría de Educación, violando con ello la legislación electoral y nuestra Carta Magna.
            Los hechos ilícitos son más significativos que los nombres. Todos los precandidatos de un partido político en el poder se lanzan en contra del precandidato que ellos mismos consideran el más deshonesto en la contienda, y éste les gana con dinero y chapuzas. Algunos de los que pierden denuncian, alguno impugna, y luego recula.
            Y, al final, todos los perdidosos y denunciantes apoyan, a nombre de una unidad en torno a la porquería, a quien acusaron como ilegítimo ganador.
            Un gobernador que ha hundido a Michoacán en deuda pública, y que ha desviado recursos oficiales a su partido, y a precampañas, se lanza en contra de una precandidata a la gubernatura, pero eso sí, afirmando que él no se mete en lo electoral.
            Terminando, ese ataque, en que la precandidata agredida por el gober más que precioso envía una misiva con petición de cita, y el titular del Ejecutivo Estatal ofrece, en otra cartita, recibirla para dialogar sobre política electoral, política electoral en la cual el gobernador dice no meterse para nada.
            A como están las cosas, ¿quién sabe qué dirá de esa cita para simple diálogo electoral el otro precandidato contendiente? Al menos para que la torpeza sea pareja, también debe ser recibido para otro diálogo electoral, con la salvedad, otra vez, que el gobernador no se mete en lo electoral.
            Mientras en esa cloaca trascurre la política electiva, los niños se mueren porque les inyectaron insulina las instancias gubernativas de salud, los ataques brutales entre delincuentes, policías y soldados no tiene fin, y los muertos por lo general son civiles, y ya rebasan los cincuenta mil, la educación está por los suelos, y el desempleo es brutal.
            Los de bajo perfil renuncian para ser candidatos a diputados y presidentes municipales, y en su lugar llegan otros de más bajo perfil.
            Todo eso al pueblo le da pena, vergüenza ajena; empero, va a responder, pronto, con voto propio.