miércoles, 20 de julio de 2011

Discursos Palabreros DESDE EL PODER

              Hablar por hablar no tiene sentido. Observen Ustedes, estimados lectores, que genera confianza, y da gusto, el escuchar a alguien que con su decir nos transmite ideas, más cuando éstas son útiles, y por ende valiosas.
            Me conduele, por ende, que el Presidente Felipe Calderón Hinojosa desperdicie su alto cargo, tiempos, públicos, y tribunas, en época tan difícil como en la que vivimos, pronunciando mensajes con palabras tan vacías.
            Sus temas son de interés, pero están huérfanos de conceptos. En Puebla, por ejemplo, nos demandó a todos “construir la democracia del siglo XXI”, pero sin decirnos cómo, con qué, cuándo, total, sin siquiera externar su idea de en qué consiste esa democracia calificada con el nombre del siglo que transcurre en su año 11.
            Pero, además, ahí afirmó “que actualmente el país vive una democracia vibrante y plural”, es decir, asegura, al mismo tiempo que pide que se construya la democracia del siglo XXI, que ya vivimos en la democracia, siendo ésta vibrante, o sea, que vibra, que se agita, se estremece, que se mueve, se sacude. Agregando que es plural, cuando el demos del cratos lleva la pluralidad como esencia.
            Y la impetración que nos hace es para que nos pongamos a “construir una democracia fecunda”, lo que supone que puede existir una democracia infecunda; empero, tampoco nos dice fecunda para qué, para quién, de qué.
            Señalando, a la vez el Presidente de México, que esa democracia fecunda que necesitamos construir debe “responder a las demandas de la gente”. Y a él, más que a nadie, le consta que existen tantas demandas de los integrantes de nuestra población, y tan contradictorias, unas con otras, que con dificultad pudieran orientar el rumbo de las decisiones democráticas, menos puede construirse “la democracia fecunda” con el revoltijo de todas ellas.
            También nos emplazó “a levantar la mirada por encima de lo inmediato… para que nos vaya mejor a los mexicanos”, sin darse cuenta que hoy por hoy lo inmediato son las balaceras, los asesinatos, los robos, los asaltos a las casas habitación, la falta de empleo, la falta de oportunidades para desarrollarnos, el padecer un mal gobierno, tanto federal como estatal.
            Cómo levantar la mirada por encima de tan arrolladora y caótica realidad, sabiendo que nos atropella.
            Indicó asimismo en su discurso el Presidente Felipe Calderón que tenemos que “construir la democracia efectiva a través del sufragio efectivo que tanto trabajo nos ha costado”, cuando la democracia si no existe en la economía ni en la educación ni en la política, no existe en lo electoral, y cuando los enemigos del sufragio efectivo son los gobiernos federal y estatal.