LOGOS
Educar entre dos
fuegos
LA CARRETA ADELANTE
DEL CABALLO
Lo más destacado de
la reforma educativa del Presidente Enrique Peña Nieto, hasta el momento, es
que “despedirán a 15 mil maestros que no han querido evaluarse, comenzando por
3 tres mil 360”, según información oficial, con injustificado tono triunfalista.
La reforma educativa
en este sexenio se ha efectuado sin nuevo plan académico, al menos, no se ha
publicitado ante la sociedad.
Se observa, sí, al
gobierno federal, con la complacencia sumisa de los gobiernos de las entidades
federativas, lanzándose en contra de la deshonesta opositora CNTE, impactando esa
confronta a todo personal de la Secretaría de Educación Pública.
Quien comanda personalmente
esa batalla tan inútil como perdida para el buen propósito expreso que se
desea: elevar la calidad de la educación en México, es el secretario del ramo
Aurelio Nuño Mayer, personaje que exhibe carácter duro en lugar de uno
inteligente, rostro serio en lugar de uno agradable, autoritarismo en lugar de
ejercer método científico, confrontador, en lugar de conciliar y recomponer, de
pensamiento cerrado en lugar de uno abierto, de porte vencedor, en lugar de
convencer.
Sexenios próximos
anteriores hicieron mal el delicado trabajo en el sector educativo, heredando a
sus sucesores una estructura ilegal y corrupta y, ahora, el Presidente Peña ha
querido remediar esa deshonesta ilicitud, con la torpe táctica de poner por
delante la carreta y el caballo por detrás.
Primero lo laboral y
después lo académico; con miles de despidos a maestros pretende elevar la
calidad educativa; evalúa a los maestros con fuerza policiaca; (recientemente
en Morelia usaron a 3 mil policías federales para poder evaluar a cerca de 300
profesores) aspira a salvar la educación, con o sin maestros, y aún en contra
de ellos.
El Presidente Peña
Nieto y el secretario Nuño deben saber que el millón y medio de trabajadores de
la SEP no está descerebrado, y que dentro de esa enorme cantidad de mexicanos
hay una infinita variedad de criterios, y de maneras de pensar que se ubican en
un amplio abanico de posibilidades, agrupados de muy diversas formas, pero a todos
ellos, en el fondo, los une el temor al despido, y pronto harán espíritu de
cuerpo ante la arrogancia de un gobierno que va más allá de la mitad de su
ejercicio y ya tiene decenas de miles de maestro desempleados. Y que afirma
tener, en su cándida jactancia, 26 mil maestros para suplir a los despedidos,
sin decir de qué escuelas normales provienen los nuevos profesores, o dónde los
improvisan.
Un buen gobierno es quien
unifica a todas las fuerzas sociales de México, no el que las confronta entre
sí. Los líderes que desnaturalizan a los sindicatos, afectando al fenómeno
educativo, cometen delito contra el desarrollo del país.
Urge educar, y evaluar, a los
funcionarios públicos y a los líderes sindicales, para que no tengan a los
mexicanos en medio de su fuego cruzado.